La pausa tras el Gran Premio de Singapur no trajo los resultados esperados para Sergio ‘Checo’ Pérez en el Gran Premio de Estados Unidos, mientras que su compañero Max Verstappen dominó la sprint shoot-out y se llevó la victoria en la carrera corta. Desde las prácticas en Austin, el piloto mexicano mostró dificultades con su RB20, quedando lejos del ritmo de Verstappen y sin lograr pasar de la Q2 en la clasificación sprint, lo que lo dejó en la P11 para la largada.
Durante la carrera sprint, Pérez avanzó una posición en la salida, pero no logró encontrar el ritmo necesario para llegar a la zona de puntos. «Fue complicado progresar, especialmente al inicio, perdí mucha distancia con los autos de adelante mientras peleaba con Yuki (Tsunoda), y cuando finalmente lo pasé, ya estaba a cinco segundos de los Haas. No fue una carrera con buen ritmo», explicó Pérez, quien terminó en noveno lugar después de superar a Tsunoda en las últimas vueltas.
El mexicano señaló que, al quedar atrapado detrás del piloto japonés, perdió tiempo valioso y no pudo acercarse a Nico Hulkenberg para luchar por el último punto disponible en la sprint. Añadió que no hubo mejoras significativas entre la sprint shoot-out y la carrera, por lo que consideró necesario revisar y ajustar el auto antes de la carrera principal del domingo.
«Debemos hacer muchos cambios en el auto, ya que seguimos con problemas en la calificación. Hicimos algunas modificaciones entre viernes y sábado, pero todavía no encontramos el equilibrio adecuado», comentó. Aunque ajustaron el auto para mejorar en las curvas lentas, Pérez explicó que esto complicó el manejo en las curvas rápidas, mostrando así las dificultades para encontrar el balance correcto en el RB20.
El piloto tapatío recordó que su mejor posición en calificación en Austin fue en 2021, cuando logró un tercer lugar y también terminó en esa posición en la carrera. Sin embargo, las expectativas para este año son inciertas si no logran resolver los problemas actuales en su monoplaza.