Checo Pérez vivió otro sábado desafortunado tras sufrir un accidente que lo dejó fuera de la Q1 en el Gran Premio de Hungría. El piloto mexicano apenas comenzaba sus primeras vueltas en la clasificación cuando un incidente con su monoplaza truncó sus posibilidades.
La lluvia hizo acto de presencia durante la clasificación, complicando el desempeño de los pilotos. Para Pérez, la situación se volvió crítica al perder el control de su vehículo al pasar por bordillos mojados. Mientras atravesaba una zona de curvas, su coche giró hasta impactar contra el muro.
Las cámaras de televisión mostraron a un equipo de Red Bull visiblemente molesto, con Christian Horner reflejando claramente su descontento. La bandera roja se desplegó en el GP de Hungría mientras los equipos de emergencia retiraban el RB20 de Pérez.
Afortunadamente, el piloto mexicano salió por su propio pie del vehículo, aunque su rostro, aún con el casco puesto, mostraba evidente frustración por el incidente.
Este choque obligará a Checo Pérez a arrancar desde el fondo de la parrilla en la carrera del domingo. Dado el daño recibido por su monoplaza, es probable que Red Bull considere realizar algunos cambios en el coche antes de la competencia.