Una escena insólita y llena de tensión marcó la segunda práctica del Gran Premio de Bahréin. Fernando Alonso, piloto de Aston Martin, vivió un momento inesperado en el trazado cuando el volante de su monoplaza se desprendió justo al tomar una curva. El incidente, aunque sin consecuencias graves, dejó a todos con el corazón en la garganta.
Durante la jornada, Alonso ya había reportado inestabilidad en su auto. Comentarios sobre rebotes constantes y falta de control comenzaron a hacerse notar por radio. Mientras intentaba girar hacia la derecha en una sección del circuito, el volante se le soltó por completo. Sin más opción, el español se siguió recto, pero gracias a que no se encontraba a gran velocidad ni tenía rivales cercanos, logró detener el vehículo en la zona de escape cubierta de arena.
Apenas unos segundos después del susto, Alonso mantuvo la calma y volvió a colocar el volante en su lugar. Con una reacción rápida y precisa, condujo el monoplaza de regreso a los pits, donde el equipo técnico de Aston Martin procedió a revisar de inmediato la causa de la falla.
La Fórmula 1 compartió el hecho en tiempo real a través de su cuenta oficial en ‘X’, destacando que “Fernando Alonso se le ha salido el volante. El español está de vuelta en boxes ahora mientras Aston Martin investiga el problema”. El post generó una ola de reacciones y videos del momento comenzaron a circular, convirtiendo el episodio en uno de los más comentados de la jornada.
La evaluación técnica del equipo determinó que la causa fue una falla en el doble clip de contacto del volante, una pieza clave que permite que este se mantenga firmemente sujeto. Aston Martin actuó con rapidez, reemplazando el sistema de dirección en un tiempo aproximado de 20 minutos.
Superado el inconveniente, Alonso volvió a salir a pista sin más sobresaltos, demostrando una vez más su experiencia y temple. El español, bicampeón del mundo, mantiene su enfoque en la competencia mientras su equipo trabaja para garantizar la máxima seguridad y rendimiento del monoplaza.
El Gran Premio de Bahréin continúa generando emociones, y este incidente ha sumado una página más al historial de momentos impredecibles en la Fórmula 1. Alonso, ileso y con el volante firme, volvió a rodar con la mirada puesta en el fin de semana de carrera.