Del susto a la esperanza: Joven que cayó en estadio de los Piratas da sus primeros pasos
Una caída desde seis metros en pleno juego de Grandes Ligas no detuvo el espíritu de Kavan Markwood, el aficionado de 20 años que protagonizó un accidente en el PNC Park, casa de los Piratas de Pittsburgh. A solo unos días del impacto, su recuperación comienza con pasos pequeños pero significativos que ya inspiran a miles.
Durante la séptima entrada del encuentro entre los Piratas y los Cachorros de Chicago el pasado miércoles, Markwood se resbaló de una barandilla y cayó sobre la pista de advertencia del estadio. El impacto fue directo, fuerte y silenció por momentos a todo el parque. Fue trasladado de inmediato al Centro de Traumatología del Hospital General de Allegheny, donde ingresó en estado crítico.
El lunes, la organizadora de una campaña de GoFundMe, Jennifer Phillips, compartió una actualización que iluminó el ánimo de quienes han seguido el caso de cerca. «Su recuperación es un proceso muy lento, pero verlo levantarse y moverse fue una gran victoria y definitivamente levantó el ánimo de todos», escribió Phillips.
Con fracturas en el cuello, clavícula y espalda, el camino para Markwood apenas comienza. Sin embargo, su fortaleza se mantiene intacta, según Phillips, quien además fue su maestra en algún momento de su vida académica. El proceso médico requerirá paciencia, seguimiento estricto y la colaboración de un equipo médico que ha sido calificado como excelente.
“Todavía tiene un largo camino por recorrer”, señaló Phillips. “Esto también requerirá mucho descanso y seguir las instrucciones de los excelentes médicos, enfermeras y personal del hospital.”
El apoyo no solo ha sido emocional. La campaña de GoFundMe, creada para cubrir los gastos médicos y necesidades durante su recuperación, ha recaudado casi 41 mil dólares hasta el lunes por la noche, acercándose rápidamente a su meta de 45 mil.
El Departamento de Seguridad Pública de Pittsburgh, que integra a la policía local y los servicios de emergencia médica, concluyó que se trató de un accidente. No hubo indicios de negligencia ni conducta imprudente intencional, según los reportes oficiales.
Lo que comenzó como una noche deportiva terminó marcando a cientos de asistentes, y hoy esa misma historia se transforma en un relato de resistencia y esperanza. La comunidad de Pittsburgh, junto a seguidores del béisbol en general, se mantiene atenta y solidaria con Kavan, en cada paso —literal— hacia su recuperación.