El Comité Olímpico de Bélgica anunció el retiro de su equipo de relevo mixto de triatlón de los Juegos Olímpicos de París, en una decisión que ha generado controversia y preocupación sobre la seguridad de los atletas. Esta medida se tomó después de que Claire Michel, una de las competidoras, fuera hospitalizada tras nadar en el río Sena durante la prueba femenina de triatlón.
El triatlón mixto estaba programado para disputarse el lunes, con la porción de natación prevista en el icónico río Sena. Sin embargo, la alarmante hospitalización de Michel, quien lleva cuatro días enferma debido a una infección por la bacteria Escherichia coli (E. coli), obligó a las autoridades belgas a reconsiderar su participación.
En un comunicado, el Comité Olímpico de Bélgica expresó: “Esperamos que se aprenda la lección de cara a las futuras competiciones de triatlón en los Juegos Olímpicos”. Esta declaración resuena como un llamado a la acción para garantizar condiciones más seguras para los atletas en eventos futuros.
No solo Michel ha sufrido las consecuencias de nadar en el Sena. El atleta canadiense Tyler Mislawchuk, también participante en los Juegos Olímpicos, reportó sentirse mal después de terminar el triatlón masculino. “Vomité diez veces”, declaró Mislawchuk, poniendo de manifiesto los serios riesgos a los que se enfrentaron los competidores.
La calidad del agua en el Sena ha sido un tema de discusión y preocupación en los días previos a la competencia. La semana pasada, varios entrenamientos fueron cancelados y la prueba masculina tuvo que ser retrasada un día para permitir la descontaminación del río. A pesar de estos esfuerzos, las medidas de seguridad no fueron suficientes para prevenir las infecciones.
Los organizadores del evento aseguraron que las mediciones de la contaminación en el río mostraban niveles considerados seguros para los atletas. Las pruebas de calidad del agua realizadas el día de los triatlones individuales indicaban niveles de bacterias “muy buenos”. Sin embargo, la realidad ha demostrado ser diferente, con atletas enfermando gravemente.
Los análisis diarios de la calidad del agua miden los niveles de bacterias fecales, incluida la E. coli. Según las directrices de World Triathlon, los niveles de E. coli de hasta mil unidades formadoras de colonias por cada 100 mililitros pueden considerarse “buenos” y permitir que las competiciones sigan adelante. El comité médico de World Triathlon considera estos análisis, inspecciones sanitarias y pronósticos del tiempo para determinar si se lleva a cabo una carrera, tomando decisiones en reuniones el día del evento, a primera hora de la mañana.
A pesar de estos protocolos, la situación de Claire Michel ha puesto en duda la efectividad de las medidas de seguridad actuales. L’Equipe informó que la atleta belga se infectó de E. coli, una bacteria que puede causar graves problemas estomacales e intestinales.
El retiro del equipo belga y la hospitalización de Claire Michel han encendido una alerta roja sobre la seguridad de los eventos acuáticos en los Juegos Olímpicos. El comité belga manifestó su confianza en que se aprenderán lecciones importantes para futuros triatlones en los Juegos Olímpicos, subrayando la necesidad de revisiones más rigurosas y medidas preventivas más efectivas.
La salud y seguridad de los atletas deben ser la prioridad en cualquier competencia. El incidente en el Sena no solo afecta a los atletas y equipos directamente involucrados, sino que también resuena entre la comunidad deportiva internacional, que espera acciones contundentes para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.