La final de la Copa América 2024 entre Argentina y Colombia, disputada en el estadio Hard Rock de Miami, fue un evento cargado de emociones y situaciones inesperadas. A pesar de que el partido debía comenzar a las 19:00 horas, una avalancha de aficionados sin boleto que irrumpieron en el estadio forzando una de las puertas y arrasando a los miembros de seguridad, obligó a postergar el inicio en una hora y veintidós minutos. La Conmebol tuvo que intervenir y, tras recuperar el control del acceso, permitió el ingreso desordenado de miles de hinchas, lo que resultó en un comienzo demorado.
La contienda comenzó con un dominio inicial de Colombia, que demostró un mejor manejo en un ambiente cargado de tensión. El equipo de Néstor Lorenzo supo aprovechar las primeras oportunidades, poniendo en aprietos al portero argentino Emiliano Martínez con un disparo de Jhon Córdoba que se estrelló en el poste y un potente remate de Jefferson Lerma que Martínez detuvo con destreza.
Lionel Messi, aunque activo durante el primer tiempo, no logró encontrarse cómodo en el campo. La Albiceleste enfrentó dificultades para controlar el juego, especialmente por la banda derecha donde Santiago Arias se mostraba imparable. La situación se complicó aún más cuando Messi sufrió una dura entrada que lo dejó cojeando hasta el final de la primera mitad.
El segundo tiempo inició con una actuación de Shakira que extendió el entretiempo a 26 minutos, proporcionando un breve respiro en una final ya de por sí intensa. No obstante, la mala fortuna continuó para Argentina cuando Messi, en un esfuerzo por alcanzar a Luis Díaz, sintió una recaída en su tobillo lesionado. El astro argentino pidió el cambio, dejando al equipo y a la afición en un estado de shock, reflejado en las lágrimas que el capitán derramó en el banquillo.
A pesar del impacto emocional, Argentina no cedió. La entrada de Lautaro Martínez en el segundo tiempo resultó ser una decisión crucial del técnico Lionel Scaloni. Con el partido empatado y lleno de interrupciones por faltas, la prórroga se volvió inevitable. Durante los primeros minutos del alargue, Colombia introdujo a Juanfer Quintero, buscando renovar su ataque.
Sin embargo, el destino tenía reservado un momento de gloria para Lautaro Martínez. En el minuto 112, el delantero del Inter de Milán aprovechó una oportunidad y marcó el gol que selló la victoria argentina, asegurando así su decimosexto título de la Copa América y su segundo consecutivo, cerrando un ciclo dorado que incluye también el título mundial.
La victoria de Argentina fue un testimonio de resiliencia y capacidad de adaptación. A pesar de las adversidades, la Albiceleste mostró su fortaleza y profundidad en el plantel. Lautaro Martínez no solo se coronó como el héroe del partido, sino también como el máximo goleador del torneo, con cinco anotaciones.
El triunfo tuvo un sabor agridulce por la lesión de Messi, pero también fue un homenaje a la leyenda viviente del fútbol argentino. La despedida de Ángel Di María, sustituido en el minuto 116, añadió un toque de emotividad a una noche ya de por sí histórica.
Argentina, con este triunfo, reafirma su posición en la élite del fútbol sudamericano, sumando su decimosexto título de la Copa América y consolidando un periodo de éxitos que pocos equipos en el mundo pueden igualar. La Albiceleste, con Messi a la cabeza, continúa escribiendo páginas doradas en la historia del fútbol.