Los Tampa Bay Buccaneers terminaron oficialmente la relación con Antonio Brown, rescindiendo el contrato del receptor que reclamó ser despedido en medio de un partido por no jugar por una lesión en el tobillo.

“Si bien Antonio recibió tratamiento médico en el tobillo y fue enlistado en el reporte de lesiones previo al juego del domingo pasado, recibió autorización para jugar por parte de nuestro equipo médico antes del inicio del partido y en ningún momento durante el encuentro indicó a nuestro personal médico que no podía jugar”, señalaron los Bucs en un comunicado.

Los Bucs dieron a conocer la acción el jueves, un día después de que Brown rompió el silencio sobre su extraña salida de la victoria del domingo pasado sobre los New York Jets. Brown se quitó el jersey, las hombreras, la camiseta y guantes y abandonó el campo después de un intercambio con el entrenador Bruce Arians, quien dijo luego del partido que el jugador ya no formaba parte del equipo.

Brown llegó a los Bucs a mediados de temporada tras cumplir una suspensión de ocho encuentros por múltiples violaciones a la política de conducta de la liga.