Rodrigo Huescas, defensor mexicano del FC Copenhague, fue sentenciado a 20 días de prisión incondicional por un acto de conducción temeraria en Dinamarca. La decisión, emitida por un tribunal en Copenhague, marca un giro inesperado en la carrera del joven futbolista de 21 años, quien afronta su primera temporada en el futbol europeo.
El incidente se remonta a enero, cuando Huescas fue detenido por circular a 111 km/h en una zona urbana con límite de 50 km/h. A esto se sumó que conducía sin un permiso válido, ya que no había regularizado su licencia mexicana conforme a la normativa danesa, la cual establece un plazo de 180 días para cambiarla por una local.
Además de la condena, deberá abonar una multa de 7,000 coronas danesas, equivalentes a aproximadamente 1,060 dólares. A pesar de la gravedad del hecho, el tribunal decidió no expulsar al futbolista del país, rechazando así la petición inicial de la Fiscalía. En su resolución, el juez argumentó que una deportación implicaría un daño desproporcionado para Huescas, al impedirle continuar su carrera y residencia en territorio danés.
“Lamento mucho lo ocurrido. Sé que he hecho algo potencialmente peligroso y erróneo. Ofrezco disculpas de nuevo, siento mucho todas las consecuencias negativas que esto ha traído”, expresó el jugador mediante un comunicado, asumiendo plenamente su responsabilidad.
El FC Copenhague no dejó pasar el momento sin pronunciarse. Calificó la situación como “inaceptable” y señaló que Huescas comprendió desde el inicio la seriedad de su error. El club se comprometió a reforzar sus protocolos internos para asegurar que todos sus futbolistas extranjeros estén debidamente informados sobre las leyes y normas locales.
La Fiscalía aún dispone de un plazo de dos semanas para apelar el fallo, aunque por ahora no se ha dado a conocer la fecha en que Huescas deberá cumplir su pena. Mientras tanto, el jugador continúa formando parte del equipo, que actualmente lidera la Superliga danesa a tres jornadas del cierre del campeonato.
Con un futuro prometedor en Europa y un historial internacional en las selecciones juveniles de México, el caso de Huescas sirve como recordatorio de que fuera de la cancha, el conocimiento y respeto por las reglas son tan esenciales como el talento y la disciplina deportiva.