Aryna Sabalenka sigue escribiendo su nombre en la historia del tenis con letras doradas. La número uno del mundo comenzó 2025 sumando un nuevo trofeo a su ya impresionante colección: el WTA 500 de Brisbane. En una intensa final, la bielorrusa se impuso a la rusa Polina Kudermetova por 4-6, 6-3 y 6-2, reafirmando su dominio en las canchas y consolidando su estatus como una de las figuras más destacadas del tenis femenino.
Este logro marca el inicio de la cuarta temporada en seis años en la que Sabalenka conquista su primer torneo. Lo hizo en Shenzhen (2019), Abu Dabi (2021), Adelaida (2023) y ahora Brisbane. Su conexión con Australia va más allá de los títulos: en este país ha ganado cuatro de los últimos cinco torneos en los que ha competido, incluyendo los Abiertos de Australia de 2023 y 2024.
El único traspié en esta tierra ocurrió hace un año, también en Brisbane, cuando perdió en la final contra Elena Rybakina. Pero esta vez, la historia fue diferente. Sabalenka demostró que su capacidad de adaptación y su mentalidad ganadora siguen intactas.
Con 18 títulos en su carrera, Aryna se posiciona como la séptima jugadora activa con más trofeos, superada solo por leyendas como Venus Williams y Caroline Wozniacki. A sus 26 años, su trayectoria sigue siendo una inspiración para jóvenes atletas que sueñan con alcanzar la cima del deporte.
Ahora, su mirada está puesta en el Abierto de Australia, donde buscará alcanzar un hito que no se logra desde los años 90: ganar el tricampeonato en Melbourne. De lograrlo, se uniría a la exclusiva lista de tenistas como Martina Hingis, quien lo consiguió entre 1997 y 1999.
Sabalenka no solo ha conquistado títulos; también ha dejado huella como una competidora que nunca baja los brazos y una líder que eleva el nivel del tenis femenino. Su primer trofeo de 2025 es un recordatorio de que el esfuerzo y la perseverancia siempre encuentran recompensa.
El año apenas comienza, pero Aryna Sabalenka ya ha dejado claro que está lista para continuar su reinado. El próximo desafío promete ser igual de apasionante y su legado sigue creciendo con cada golpe que da en la cancha.