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mayo 31, 2025

El asiento de Los Medias Blancas en donde comenzó la bendición para Chicago y el mundo

El asiento de Los Medias Blancas en donde comenzó la bendición para Chicago y el mundo

Una nueva historia se suma a la memoria del béisbol en Chicago, donde la Sección 140, Fila 19, Asiento 2 del Guaranteed Rate Field ha sido declarada oficialmente especial. Ese fue el lugar que ocupó Robert Prevost —hoy conocido como el papa León XIV— durante el primer juego de la Serie Mundial de 2005.

Los Medias Blancas decidieron rendir homenaje a ese momento con una instalación artística que ahora forma parte del estadio. El mural muestra una imagen del entonces padre Bob saludando con una sonrisa, acompañado de una escena capturada en la transmisión original: él junto a su amigo Ed Schmit y su nieto Eddie, disfrutando del partido.

La pieza no solo inmortaliza la presencia del actual pontífice en uno de los juegos más emblemáticos para la franquicia, sino que también destaca el lazo emocional que une al nuevo líder de la Iglesia Católica con el béisbol y, específicamente, con el equipo de su ciudad natal.

El director ejecutivo y de marketing de los Medias Blancas, Brooks Boyer, anunció que el club también planea marcar físicamente el asiento para que los aficionados puedan identificarlo en sus visitas al estadio. “Cuando la gente venga al estadio, es una parte interesante de nuestra historia y van a querer verla. Así que vamos a poder poner algo en ese asiento”, aseguró.

El pasado 8 de mayo, Robert Prevost hizo historia al convertirse en el primer papa estadounidense, adoptando el nombre de León XIV. Nacido en Chicago y misionero de corazón, sus años de servicio en comunidades vulnerables lo definieron como un hombre entregado y cercano, según quienes lo conocen desde antes de su elección.

Eddie Schmit, quien compartió ese juego de Serie Mundial con el futuro papa, lo describió como una persona noble, sencilla y profundamente humana. “Ha estado en lugares tan pobres, solo tratando de ayudar a otras personas”, dijo al recordar las misiones que marcaban la vida del entonces sacerdote.

Aquel encuentro en octubre de 2005 no solo representó un triunfo para los Medias Blancas —que derrotaron 5-3 a los Astros de Houston y posteriormente se coronaron campeones con una barrida histórica—, también quedó grabado como una coincidencia única entre el deporte y la espiritualidad.

Desde el Vaticano, el papa León XIV recibió una camiseta oficial y una gorra enviadas por el equipo como gesto de cercanía y reconocimiento. La comunidad beisbolera de Chicago celebra este cruce de caminos, donde la pasión por el deporte y la vocación religiosa se entrelazan en una anécdota que ya es parte del legado del club.