Un nuevo capítulo comienza para Josh Rojas, el versátil pelotero mexicano que, tras quedar en libertad por los Marineros de Seattle, encontró en los Medias Blancas de Chicago la oportunidad de reescribir su historia. Con un acuerdo por una temporada, Rojas se une al equipo que, en 2024, marcó un récord histórico como el peor de las Grandes Ligas, al cerrar con una marca de 41-121.
A sus 30 años, Rojas no solo aporta experiencia, sino también una notable habilidad para desempeñarse en diversas posiciones del cuadro y los jardines. Aunque su promedio de bateo en seis temporadas es de .247, su desempeño en el Guaranteed Rate Field, casa de los Medias Blancas, ofrece un rayo de esperanza. En ese estadio, Rojas ha registrado una línea ofensiva destacada: .324 con dos jonrones, tres dobles y 10 carreras empujadas en apenas nueve juegos.
El contrato de Rojas, cuyo monto no fue revelado, llega después de una temporada complicada con los Marineros. En 2024, su promedio de bateo fue de .225, acumulando 30 batazos de extrabases y 31 carreras impulsadas en 141 juegos. Sin embargo, su capacidad defensiva por encima del promedio y su velocidad en las bases —con un porcentaje de éxito del 81 % en intentos de robo— lo convierten en una pieza estratégica para un equipo que busca salir del sótano de la MLB.
Rojas comenzó su carrera en Grandes Ligas en 2019 con los Diamondbacks de Arizona, y desde entonces ha demostrado ser un jugador completo, capaz de cubrir posiciones tan diversas como la tercera base, el jardín izquierdo e incluso el campocorto. Su versatilidad lo convierte en una opción valiosa para un equipo en reconstrucción como los Medias Blancas, que buscan cambiar su narrativa tras una temporada para el olvido.
Aunque no se espera que Rojas sea la solución definitiva para el equipo, su llegada representa una apuesta por el compromiso y la adaptabilidad. Chicago no solo recibe a un jugador con habilidad, sino a un mexicano decidido a demostrar que los retos pueden convertirse en oportunidades.
Este movimiento refleja una historia de perseverancia, donde Rojas se aferra al diamante con la esperanza de que esta sea su mejor temporada, tanto para él como para una franquicia que anhela un renacer.