En una vibrante noche de béisbol en el Dodger Stadium, los Mets de Nueva York lograron una importante victoria de 7-3 ante los Dodgers de Los Ángeles, empatando la Serie de Campeonato de la Liga Nacional a un triunfo por bando. La serie, que promete emoción de principio a fin, se trasladará ahora a Nueva York, donde los Mets buscarán aprovechar su ventaja de local en los próximos tres encuentros.
Desde el primer inning, los Mets mostraron su determinación de no dejar que los Dodgers se impusieran en su terreno. Francisco Lindor, estrella indiscutible de la novena neoyorquina, fue el encargado de dar el primer golpe. Con un cuadrangular en solitario, abrió la pizarra en favor de su equipo, dejando a los aficionados locales en silencio y a los Mets con una ventaja temprana. Este fue solo el comienzo de lo que sería una noche de pesadilla para el lanzador inicial de los Dodgers, Landon Knack.
El segundo inning fue devastador para los Dodgers, cuando la ofensiva de los Mets desató una tormenta ofensiva que los puso contra las cuerdas. Después de que Marte anotara impulsado por un doblete de Taylor, la joya del ataque la brindó Mark Vientos, quien conectó un Grand Slam que dejó la pizarra 6-0 en apenas dos entradas. «Sabíamos que teníamos que ser agresivos desde el principio, no podíamos permitir que tomaran el control», comentó Vientos al finalizar el partido, destacando la mentalidad ofensiva con la que los Mets encararon el juego.
Los Dodgers, fieles a su tradición de lucha, no se dieron por vencidos tan fácilmente. Max Muncy conectó un cuadrangular solitario en la tercera entrada, que sirvió como un rayo de esperanza para los californianos. El verdadero peligro llegó en la sexta entrada, cuando un sencillo de Edman trajo a Mookie Betts y Enrique Hernández a la registradora, recortando la distancia a 6-3. En ese momento, parecía que los Dodgers podrían iniciar una remontada, pero los Mets lograron frenar su ofensiva y evitar mayores estragos.
El noveno inning fue la sentencia final. Pete Alonso, con su característico poder, anotó la séptima carrera para los Mets, impulsado por un imparable de Marte. Esa carrera terminó de sellar el destino del juego, dejando a los Dodgers sin tiempo para responder y a su afición sumida en el desconcierto. «Sabemos que esto es solo el comienzo, pero esta victoria es crucial para nosotros», declaró Alonso, reconociendo la importancia de llevarse un triunfo en territorio enemigo.
El lanzador Sean Manaea fue clave para los Mets, adjudicándose la victoria con un sólido desempeño desde la lomita. Su capacidad para contener a la peligrosa alineación de los Dodgers en los momentos críticos fue esencial para mantener la ventaja.
Ahora, con la serie empatada a una victoria por lado, ambos equipos se preparan para trasladarse a Nueva York, donde los Mets jugarán en casa y buscarán tomar la delantera en esta emocionante Serie de Campeonato. El próximo juego está programado para el miércoles, y la expectativa es alta. «Jugar en la Gran Manzana siempre es especial, y queremos darle a nuestra afición algo de qué sentirse orgullosa», agregó Lindor, visiblemente emocionado por lo que viene.