Ricardo “Finito” López, una de las leyendas más grandes en la historia del boxeo mexicano, enfrenta una batalla fuera del cuadrilátero que ha sacudido al mundo deportivo. Durante su emotiva inducción al Salón de la Fama del Boxeo de California, el ex campeón mundial reveló que recientemente fue diagnosticado con mieloma múltiple, un tipo de cáncer en los huesos.
El anuncio llegó con la serenidad de un campeón que nunca ha conocido la derrota. “Quiero compartir con ustedes que casi no llego a este evento, ya que estaba entrenando, estaba haciendo lagartijas y sentí un dolor muy fuerte en la espalda y los brazos”, relató López ante una audiencia conmovida. “Me realicé estudios y me dijeron que tenía mieloma múltiple”, añadió.
A sus 58 años, el ídolo del boxeo no pierde el temple que lo caracterizó durante su carrera invicta. “Es un cáncer en mis huesos que gracias a Dios y a base de disciplina, ya gané también esta batalla”, aseguró con voz firme, generando una ovación inmediata entre los asistentes.
López Nava dejó una huella imborrable en el boxeo profesional. Se retiró invicto tras 52 peleas, con un impresionante récord de 51 victorias —38 de ellas por nocaut— y un solo empate. Dominó las divisiones de peso mínimo y minimosca, y se convirtió en símbolo de constancia, técnica y disciplina sobre el ring.
En enero de este año, “Finito” compartió con orgullo el que considera su mayor logro personal: una resonancia que certifica su cerebro en perfecto estado, testimonio de su estilo técnico y defensivo, que siempre priorizó la inteligencia sobre la brutalidad. “Mi mayor diploma es una resonancia con mi cerebro en perfecto estado”, afirmó entonces.
Lejos del ring, su filosofía de vida sigue marcando el ritmo. En una reciente publicación en redes sociales, compartió el mensaje que hoy cobra aún más fuerza: “A Dios rezando y con los guantes dando”.
El diagnóstico de mieloma múltiple no ha detenido su espíritu. La forma en la que enfrenta esta nueva etapa confirma que el título de campeón no solo se gana en el cuadrilátero, sino también en la manera de afrontar los momentos más difíciles con dignidad y coraje. Ricardo “Finito” López sigue inspirando con cada palabra, con cada paso. Su historia, ahora más humana que nunca, continúa escribiéndose con valentía.