Isaac del Toro volvió a demostrar por qué es uno de los nombres más emocionantes del ciclismo actual. El joven ciclista mexicano defendió con garra la maglia rosa de líder en la décima etapa del Giro de Italia, una contrarreloj individual marcada por la lluvia, las curvas resbalosas y la tensión por mantener el liderato.
La etapa entre Lucca y Pisa, de 28.6 kilómetros, no fue sencilla. Del Toro, de 21 años, llegó con ventaja de un minuto y 13 segundos sobre su compañero de equipo Juan Ayuso, y aunque esa diferencia se redujo a solo 25 segundos, su objetivo principal se cumplió: seguir vestido de rosa.
“Sabía que iba a ser muy duro, así que mi único objetivo era poder terminar la contrarreloj manteniendo la maglia rosa. No quería tomar muchos riesgos por la lluvia. Fue divertido y estoy muy feliz de seguir líder del Giro de Italia”, compartió con una sonrisa al final de la etapa.
La estrategia fue clara desde temprano. El ciclista de Baja California tenía en mente priorizar la seguridad. «Tuve un poco de miedo en cada curva, ya desde la mañana pensé en levantar el pie para no tomar riesgos», confesó al hablar de los desafíos técnicos del recorrido.
A pesar de las dificultades, Del Toro resistió con inteligencia. Mientras rivales como Primoz Roglic y el propio Ayuso recortaban tiempo, él logró mantenerse entre los favoritos sin exponerse más de la cuenta. Su madurez sorprendió a muchos, especialmente al considerar que es su primera gran vuelta como líder.
El UAE Team Emirates brilló como bloque sólido. Cuatro de sus ciclistas se ubican dentro del top 10 de la general, incluyendo a Jay Vine y Filippo Baroncini, quienes también destacaron en la contrarreloj. El trabajo de equipo ha sido clave, y Del Toro lo reconoció con entusiasmo.
“La carrera pone a todos en su lugar. Como equipo, lo vieron hoy, todos estamos ahí arriba. Es increíble para el equipo”, declaró, subrayando que el liderazgo no se negocia, pero sí se comparte cuando es necesario. “Siempre veremos el plan para el día siguiente”, concluyó, con la mentalidad de un competidor que sabe lo que está en juego.
Aunque el desgaste ya empieza a sentirse, Isaac mantiene la esperanza de tener más días como el de Siena, cuando asumió el liderato general. “Si tengo días como en Siena, quiero creer que puedo hacerlo”, dijo con humildad, sin dejar de soñar en grande.
Desde el equipo, el respaldo es total. Juan Ayuso, su más cercano perseguidor, reconoció que también quiere ganar, pero que celebraría igual si es Del Toro quien lo consigue. “Si tengo que perder, que el disgusto sea porque lo ganó un compañero”, afirmó.
Con la mitad del Giro aún por delante, Isaac del Toro continúa su camino como una de las grandes revelaciones del ciclismo mundial. Su determinación, frescura y actitud ya lo colocan entre los protagonistas más destacados de esta edición.