El Gran Premio de Singapur no ha sido amable con Sergio ‘Checo’ Pérez. El piloto mexicano de Red Bull quedó eliminado en la segunda ronda de la clasificación (Q2), lo que lo relegó a la decimotercera posición para la carrera del domingo en el circuito urbano de Marina Bay. Este tropiezo marca la primera vez desde el Gran Premio de Hungría que Checo no logra avanzar a la Q3, una situación inesperada para el piloto que ha demostrado ser competitivo a lo largo de la temporada.
Aunque Checo Pérez comenzó la sesión de calificación con buen ritmo, las dificultades llegaron en la Q2. Con un tiempo de 1:30.579, Pérez no pudo colarse entre los diez primeros, quedándose a las puertas de la fase final de la clasificación. Junto a él, otros pilotos como Alexander Albon (Williams), Kevin Magnussen (Haas), y Esteban Ocon (Alpine) también vieron frustradas sus esperanzas de avanzar a la última ronda.
Checo, siempre franco en sus declaraciones, explicó que uno de los principales problemas que enfrentó en la Q2 fueron los neumáticos. «En la Q1 tenía muy buena progresión, iba bastante bien, me sentía cómodo con el auto», comentó el mexicano, quien logró un sólido quinto puesto en la primera tanda de la calificación. Sin embargo, el escenario cambió rápidamente en la segunda ronda. “En la Q2 todo era mucho más complicado, no podíamos entrar en la ventana de los neumáticos traseros y las dos vueltas que di… Fue bastante complicado», señaló Pérez, haciendo énfasis en cómo los neumáticos afectaron su rendimiento en la crucial segunda fase de la clasificación.
El piloto también mencionó un cambio en la configuración del diferencial de su RB20, lo que influyó negativamente en el comportamiento del coche. «Cambié un pequeño toque en el diferencial y transformó el coche también. Todo parecía estar muy al límite con los neumáticos hoy», explicó Checo, quien lamentó no haber encontrado el equilibrio adecuado en su monoplaza durante la Q2.
A pesar de la desventaja de partir desde la decimotercera posición, Checo Pérez se mantiene enfocado en sacar el máximo provecho de la carrera. “Mañana va a ser complicado arrancando 13, va a ser una carrera donde tendremos que minimizar el daño e intentar sumar algunos puntos”, comentó el mexicano, consciente de que el circuito de Marina Bay es uno de los más exigentes del calendario, tanto por sus características técnicas como por el clima tropical de Singapur.
Con su compañero de equipo Max Verstappen partiendo desde la segunda posición y Lando Norris (McLaren) logrando la pole position, la competencia promete ser intensa. Sin embargo, Pérez está acostumbrado a remontar desde posiciones complicadas y no descarta la posibilidad de avanzar en la carrera. «No en setup acabamos bastante parecidos», añadió el piloto en referencia a su comparación con el coche de Verstappen, dejando claro que la diferencia de rendimiento en esta ocasión se debió en gran medida a los neumáticos.
El Gran Premio de Singapur es un territorio conocido para Pérez, quien ya ha logrado una victoria en el circuito urbano de Marina Bay. Aunque las circunstancias para la carrera del domingo son adversas, la habilidad del mexicano para gestionar situaciones difíciles en pista le permite mantener la esperanza de terminar en una mejor posición.
Con la mirada puesta en minimizar el daño y sumar puntos valiosos para el campeonato, Checo Pérez enfrenta otro gran desafío en su trayectoria, uno que, como ya ha demostrado en otras ocasiones, está dispuesto a superar. Los fanáticos mexicanos y del automovilismo en general esperan verlo nuevamente en su mejor forma, luchando hasta el último segundo en el caluroso y demandante circuito de Singapur.