El Manchester City concluyó el año con una victoria esperada pero vital. Bajo la dirección de Pep Guardiola, los campeones defensores de la Premier League superaron al Leicester City 2-0 en su visita al King Power Stadium. Fue un triunfo que significó mucho más que tres puntos; representó un respiro para un equipo que había perdido su habitual brillo dominante.
En su partido número 500 al mando de los “citizens”, Guardiola vio cómo Savinho, una joven promesa brasileña, brilló con un gol y una asistencia. A los 21 minutos, Savinho aprovechó un rebote tras un disparo de Phil Foden para adelantar al City con una definición elegante sobre el portero Jakub Stolarczyk.
Pero no se detuvo ahí. El extremo volvió a destacar al mandar un centro impecable que encontró la cabeza de Erling Haaland, quien selló el marcador al minuto 74. El noruego, siempre decisivo, apagó las esperanzas del Leicester, que había presionado durante gran parte del encuentro, incluso con una clara oportunidad de Jamie Vardy que quedó en el olvido.
Con este triunfo, el City rompió una racha de cinco partidos sin ganar en todas las competiciones, un período que dejó dudas sobre su capacidad para mantener la hegemonía en Inglaterra. Más allá del resultado, el equipo mostró destellos de la calidad que lo ha caracterizado durante los últimos años, aunque aún queda trabajo por hacer para recuperar el nivel que lo convirtió en una máquina imparable.
A pesar de las dificultades recientes, esta victoria podría ser el punto de inflexión que el City necesita para volver a ser protagonista tanto en la liga como en Europa. Los números de Guardiola son impresionantes, pero el técnico catalán sabe que los logros pasados no aseguran victorias futuras.
El 2024 termina con esperanza para el City, con Savinho emergiendo como una nueva estrella y Haaland reafirmando su papel como líder ofensivo. El fútbol, como la vida, se define por su capacidad de sorprender, y el Manchester City parece decidido a escribir un nuevo capítulo en el 2025.