El ciclista mexicano Isaac del Toro firmó un cierre inolvidable en el Giro de Italia 2025, al obtener un histórico segundo lugar en la clasificación general y participar en una ceremonia que unió deporte, fe y cultura. En el Vaticano, frente a la imponente basílica de San Pedro, el joven corredor saludó al papa León XIV, quien bendijo a los participantes antes del inicio de la última etapa en Roma.
Isaac del Toro, uno de los protagonistas más destacados de esta edición, fue el segundo atleta en estrechar la mano del pontífice, justo después del ganador de la competencia, el británico Simon Yates. La jornada marcó un momento especial para el ciclismo mexicano, que por primera vez vio a uno de sus representantes competir en los primeros planos de una de las tres grandes vueltas del calendario internacional.
Durante la recepción oficial en el Vaticano, el papa León XIV expresó su admiración por los corredores, a quienes calificó como “modelos para todos los jóvenes del mundo”. El pontífice, de nacionalidad estadounidense y también peruana, dirigió un mensaje enfocado en la integridad física y espiritual de los atletas, agradeciendo su ejemplo y compromiso con el deporte.
“El ciclismo es tan importante como el deporte en general. Les doy las gracias por todo lo que hacen. Son modelos de verdad”, afirmó, destacando el valor de cultivar “el cuerpo, la mente, el corazón y el espíritu”.
La ‘maglia rosa’ de líder del Giro fue entregada simbólicamente al papa antes de que iniciara la llamada «etapa pontificia», un recorrido de 3 kilómetros que atravesó los espacios más emblemáticos del Estado de la Ciudad del Vaticano. El circuito arrancó junto a la basílica de San Pedro, ascendió hacia los Jardines Vaticanos, cruzó por el monasterio Mater Ecclesiae y la Gruta de Lourdes, y finalmente salió hacia territorio italiano por la Puerta del Perugino. La escena fue única: decenas de ciclistas recorriendo los pasajes históricos y espirituales del Vaticano, mezclando esfuerzo físico con una atmósfera de contemplación, mientras se preparaban para el último tramo competitivo de la carrera.
Este momento especial también sirvió como apertura simbólica del Jubileo del Deporte, una cita global que tendrá lugar en Roma los días 14 y 15 de junio, como parte de las actividades del Año Santo. El Giro de Italia, con esta etapa especial, se alineó con una tradición de vínculos entre el ciclismo y el Vaticano que ha cruzado décadas y pontificados.
Isaac del Toro, con su actuación y su presencia junto al papa, escribió una página trascendental para el deporte nacional, combinando rendimiento, historia y espiritualidad en una escena que quedará grabada en la memoria del ciclismo internacional.