En un duelo que dejó al mundo del tenis con el corazón acelerado, Jannik Sinner escribió su nombre en los libros dorados del deporte al coronarse campeón de Wimbledon 2025. Con parciales de 4-6, 6-4, 6-4 y 6-4, el número uno del mundo venció a Carlos Alcaraz en una batalla de tres horas y 15 minutos que quedará para la memoria.
A sus 23 años, el italiano no solo conquistó su primer título en la Catedral del Tenis, sino que se convirtió en el primer jugador de su país en lograrlo. Con este triunfo suma ya cuatro títulos de Grand Slam en su joven carrera, consolidando su liderazgo en la cima del ranking ATP y enviando un mensaje claro: ha llegado para marcar una era.
El duelo con Alcaraz no decepcionó. Desde el arranque, el español mostró por qué es uno de los favoritos del circuito. Se llevó el primer set con una mezcla de agresividad y precisión, coronando uno de los mejores puntos del partido tras un rally electrizante que encendió al público del All England Club. La respuesta de Sinner, sin embargo, no se hizo esperar.
En el segundo parcial, el ‘Zorro’ —como se le conoce por su estilo calculador— cambió el guion. Con determinación, encontró su ritmo desde el fondo de la pista y empezó a dictar los tiempos. Cerró el set con un potente golpe cruzado que marcó el inicio de su remontada.
A partir de ahí, Sinner tomó el control. Atrás quedaron las dudas y la amargura de París, donde cayó hace un mes en la final de Roland Garros. Esta vez, el italiano mantuvo la calma, sacó a relucir su mejor versión y manejó los momentos clave del encuentro con una madurez notable. Su servicio, cada vez más afinado, fue un arma letal en los momentos decisivos.
El clímax llegó con triple punto de partido. Un saque imparable puso fin al duelo. Sinner, visiblemente emocionado, alzó los brazos al cielo y se arrodilló sobre la hierba londinense. Una imagen poderosa: la del nacimiento de un nuevo campeón en Wimbledon.
Más allá del título, el encuentro dejó sembrada una rivalidad que promete marcar el futuro del tenis. Sinner y Alcaraz, dos jóvenes con estilos distintos pero igual talento, protagonizaron un capítulo inolvidable en la historia reciente del deporte. Y todo apunta a que apenas es el comienzo.