El astro japonés de las Grandes Ligas, Shohei Ohtani, y su agente, Nez Balelo, enfrentan una demanda en Hawaii por presuntamente interferir y provocar el despido de dos socios de un desarrollo de viviendas de lujo valuado en 240 millones de dólares, ubicado en la exclusiva Costa Hapuna, en la Isla Grande.
La acción legal, presentada el viernes en el Tribunal de Circuito de Hawaii, fue interpuesta por el desarrollador Kevin J. Hayes Sr. y la corredora de bienes raíces Tomoko Matsumoto. Ambos afirman que su incorporación inicial al proyecto The Vista en Mauna Kea Resort incluyó a Ohtani como parte de una estrategia de mercadotecnia para atraer compradores de alto perfil, especialmente del mercado japonés.
Según la demanda, Balelo habría exigido concesiones cada vez mayores al desarrollador y a Kingsbarn Realty Capital, socio principal del proyecto, hasta lograr que estos excluyeran a Hayes y Matsumoto. El documento acusa a Ohtani y Balelo de interferencia tortuosa y enriquecimiento injusto, además de intentar socavar la participación de los demandantes en un segundo desarrollo vecino.
Los materiales de inversión del proyecto —que permanecían disponibles en línea hasta este lunes— destacaban a Ohtani como “el Babe Ruth de Japón” y “Primer Residente” del desarrollo, por encima incluso de la promoción del histórico Mauna Kea Resort, la playa Hapuna y los campos de golf diseñados por Arnold Palmer y Robert Trent Jones Sr. Se especificaba que el jugador sería portavoz del proyecto, compraría una de las 14 residencias y pasaría tiempo en el lugar durante la temporada baja, con planes de construir una instalación de bateo y lanzamiento para entrenamientos de pretemporada.
La demanda sostiene que Hayes y Matsumoto dedicaron 11 años a concretar el plan de construcción y que, en 2023, firmaron un acuerdo con Ohtani para potenciar la visibilidad global del desarrollo. Sin embargo, acusan que Balelo se convirtió rápidamente en “una fuerza disruptiva”, amenazando con retirar al beisbolista del trato si no se aceptaban sus condiciones.
“Kingsbarn comenzó a ceder a todos los caprichos de Balelo”, señala el documento, añadiendo que en julio pasado los demandantes fueron despedidos en “una emboscada coordinada”. Según el escrito, durante la llamada en que se les notificó su salida, Kingsbarn admitió que los cambios respondían a exigencias directas de Balelo.
Los demandantes afirman que esta decisión los pone en riesgo de perder millones de dólares en compensaciones ligadas a las ganancias proyectadas, comisiones y tarifas de gestión. Además, el documento califica el caso como “un abuso de poder”, alegando que la fama de Ohtani y la influencia de su representante se utilizaron para desplazar injustamente a socios fundadores del proyecto.
Un portavoz de CAA Baseball, la agencia de Balelo, declinó comentar, y no fue posible obtener respuesta de Kingsbarn. Por ahora, el caso seguirá su curso en la corte hawaiana mientras el nombre de Ohtani, cinco veces All-Star, tres veces Jugador Más Valioso y actual campeón de la Serie Mundial con los Dodgers, queda vinculado a un nuevo escándalo extradeportivo.