Wesley Fofana, defensa francés del Chelsea, fue sancionado en Inglaterra con la suspensión de su licencia de conducir durante 18 meses y la obligación de cumplir 300 horas de trabajo comunitario. La decisión fue tomada por un tribunal del noreste de Surrey, luego de que el futbolista se declarara culpable de conducción temeraria, tras ser captado manejando su Lamborghini Urus a gran velocidad por el acotamiento de una carretera principal.
El incidente ocurrió el pasado 20 de abril en la autopista A3 Esher Bypass, ubicada en Hampshire. Un conductor que circulaba por la misma vía grabó la escena con la cámara instalada en su vehículo, material que posteriormente entregó a las autoridades locales. Las imágenes mostraron a Fofana adelantando por el acotamiento y realizando maniobras a exceso de velocidad en una zona con límite de 80 kilómetros por hora.
Durante la audiencia, el tribunal tomó en cuenta que el jugador, de 24 años, había acumulado ya ocho infracciones previas por exceso de velocidad. Entre los vehículos involucrados en esas faltas se encuentran un Rolls-Royce Cullinan, un Audi azul y el mismo Lamborghini Urus. Las reincidencias jugaron un papel clave en la sanción, que se suma a una multa económica de 250 euros.
El caso fue presentado por el fiscal Rabbi Khan, quien detalló que el comportamiento del futbolista ponía en riesgo la seguridad vial al desobedecer las normas de tránsito y realizar maniobras sin señalización. La evidencia fue contundente y mostró un patrón de conducción peligrosa, por lo que la corte determinó aplicar una sanción ejemplar.
La defensa del jugador, encabezada por la abogada Imogen Cox, reconoció los hechos y admitió que no existía justificación alguna para la conducta de su cliente. Según explicó ante el tribunal, Fofana acudió voluntariamente a comparecer, ofreció disculpas y expresó su compromiso de modificar su comportamiento al volante.
El defensa francés, que llegó al Chelsea procedente del Leicester City en 2022, enfrenta ahora una etapa de reflexión fuera del campo automovilístico. La suspensión de su licencia le impedirá conducir durante año y medio, además de que deberá cumplir con las horas de trabajo social asignadas, una medida orientada a reparar parcialmente el daño y reforzar el sentido de responsabilidad pública.
La sanción pone fin a una larga lista de infracciones cometidas por el jugador en territorio británico y marca un precedente dentro de la Premier League, donde las autoridades han reforzado la vigilancia sobre las conductas de los futbolistas fuera del terreno de juego.