El piloto británico de Mercedes, George Russell, sorprendió durante la primera práctica del Gran Premio de México 2025 al convertirse, por unas horas, en un aficionado más. Con una máscara de luchador, lentes de sol y chamarra, el británico disfrutó desde las gradas del Autódromo Hermanos Rodríguez la primera sesión de entrenamientos libres, en una experiencia poco común para un piloto activo de Fórmula 1.
Durante la P1, Russell cedió su monoplaza al joven danés Frederik Vesti, de 23 años, como parte del programa de desarrollo de Mercedes, por lo que el británico quedó fuera de la acción inicial en pista. El auto, identificado con el número 63, fue manejado por Vesti, quien finalizó en la decimocuarta posición de la sesión.
Sin embargo, Russell no perdió el tiempo. En un video difundido por la propia Fórmula 1, se observa al piloto recibiendo con humor la idea de vivir la experiencia como espectador. “Alguien me pidió prestado mi carro, no he visto una carrera desde la pista desde hace mucho tiempo. Necesito algún tipo de disfraz”, comentó entre risas, justo antes de colocarse la máscara de luchador y sus gafas oscuras.
Ya en las gradas del Estadio GNP, el piloto británico se mezcló entre el público mexicano, grabó con su teléfono algunos momentos de la práctica y se dejó llevar por la emoción. En uno de los clips, se le escucha gritar con entusiasmo: “¡Ese es mi carro, él está en mi carro!”, al ver pasar a Vesti conduciendo su Mercedes.
La escena, que rápidamente se volvió viral, mostró una faceta relajada y divertida del piloto, que incluso interactuó con algunos fanáticos que vestían camisetas con su nombre. Al cruzarse con ellos, Russell —aún con la máscara puesta— comentó: “He is a good driver” (“Él es un buen piloto”), en referencia a sí mismo, generando risas entre los asistentes.
Tras la sesión, Russell regresó al paddock y compartió su entusiasmo por la experiencia. “Para ser honesto, lo disfruté mucho. No había visto una carrera desde la pista en muchos años y estuvo genial, todos lo vieron”,expresó el británico, destacando el ambiente del público mexicano.
Acostumbrado a ser protagonista dentro del circuito, Russell cambió el casco por una máscara de luchador y vivió desde otra perspectiva el espectáculo del automovilismo en México. A partir de la segunda práctica, el piloto recuperó su monoplaza para continuar con su participación en el Gran Premio de México, pero su breve paso como fan enmascarado ya quedó como uno de los momentos más divertidos del fin de semana.