El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) protagonizó un fin de semana impecable en el Circuito de las Américas de Austin, Texas, donde conquistó de punta a punta el Gran Premio de Estados Unidos, décimo novena fecha del Mundial de Fórmula Uno. El cuatro veces campeón del mundo firmó su sexagésimo octava victoria en la categoría y la quinta de la temporada, en una actuación que reafirma su vigencia y talento absoluto.
Verstappen, de 28 años, se impuso sin contratiempos tras dominar desde la salida y mantener un ritmo constante que le permitió cruzar la meta por delante del británico Lando Norris (McLaren) y del monegasco Charles Leclerc (Ferrari), quienes completaron el podio. El resultado coronó un fin de semana redondo para el piloto de Red Bull, quien también se llevó la carrera sprint y la pole position, consolidando una jornada soñada.
El australiano Oscar Piastri (McLaren), actual líder del campeonato, terminó en la quinta posición, mientras que el español Fernando Alonso (Aston Martin), doble campeón mundial, concluyó décimo. Piastri mantiene el liderato del Mundial con 346 puntos, seguido por Norris con 332 y Verstappen con 306, cuando restan cinco Grandes Premios para el cierre de la temporada.
La cita en Austin volvió a demostrar el impacto del automovilismo en territorio estadounidense, no solo por la intensa competencia, sino también por la magnitud del evento. La Fórmula Uno anunció este domingo una extensión de ocho años con el Circuito de las Américas, lo que garantiza la realización del Gran Premio de Estados Unidos hasta 2034.
Desde su inauguración en 2012, la pista texana se ha consolidado como una parada imprescindible del calendario global, atrayendo a miles de fanáticos cada año. Según los organizadores, más de 400 mil asistentes acudieron al circuito tanto en 2022 como en 2023, consolidándolo como uno de los eventos con mayor afluencia de la F1.
“Nos alegra que la Fórmula Uno haya encontrado un hogar en Texas y estamos agradecidos con los fanáticos, equipos y toda la comunidad de F1 que nos han apoyado constantemente y han hecho del Gran Premio de Estados Unidos una parada favorita en el calendario global”, señaló Bobby Epstein, presidente del circuito, en un comunicado.
El impacto económico del evento ha sido significativo: desde 2012, el estado de Texas ha aportado más de 300 millones de dólares en ingresos fiscales para cubrir la tarifa de licencia de la F1, generando un beneficio estimado de 7 mil millones de dólares para Austin y su entorno.
El nuevo contrato con el circuito se firmó apenas tres días después de que la Fórmula Uno anunciara un acuerdo con Apple, que se convertirá en su socio de transmisión en Estados Unidos durante los próximos cinco años. Con ello, la categoría busca reforzar su expansión en el mercado estadounidense, donde el fervor por la velocidad sigue creciendo año tras año, especialmente tras fines de semana como el de Verstappen en Austin, que quedará registrado como una de sus actuaciones más dominantes.