Una ola de confusión envolvió al Dodger Stadium en Los Ángeles tras un cruce de declaraciones entre autoridades migratorias, el equipo de béisbol local y manifestantes. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) negó haber estado presente en el estadio, luego de que la organización de los Dodgers afirmara en redes sociales haber rechazado su ingreso a las instalaciones. La tensión escaló en el ambiente ya cargado por recientes políticas migratorias que han despertado un creciente malestar social.
En una breve declaración publicada en la plataforma X, ICE Los Ángeles desmintió rotundamente la versión compartida por los Dodgers: “Falso. Nunca estuvimos allí”. Sin embargo, no se ofrecieron explicaciones adicionales para aclarar los motivos de la confusión. Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) puntualizó que los vehículos vistos en el área pertenecían a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), no a ICE.
Los vehículos de la CBP estuvieron “muy brevemente” en el estacionamiento del estadio, según confirmó el DHS, y su presencia no estuvo relacionada con los Dodgers ni con la realización de ningún operativo migratorio. A pesar de ello, la escena generó inquietud entre los asistentes y vecinos del área.
Horas antes, la cuenta oficial de los Dodgers en X había comunicado la supuesta llegada de agentes de ICE al estadio. “Esta mañana, agentes de ICE llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El partido de esta noche se jugará según lo programado”, compartió el equipo, generando múltiples reacciones.
La incertidumbre creció al momento en que grupos de manifestantes se concentraron en las afueras del estadio, con pancartas y consignas dirigidas contra las políticas migratorias federales. “¡ICE fuera de Los Ángeles!” y “¡ICE, váyanse a casa!”, se leía en los carteles sostenidos por los asistentes.
Durante la jornada, la concejal de Los Ángeles, Eunisses Hernández, confirmó haber presenciado una operación en la entrada del estadio. “Había agentes federales apostados aquí en la entrada del estadio de los Dodgers. Tomamos fotografías de docenas de vehículos y docenas de agentes. La gente está aquí porque no quiere ver a sus familias separadas. No quiere ver a más trabajadores despedidos de sus trabajos”, declaró.
Mientras persisten las contradicciones entre las versiones oficiales y los testimonios presenciales, el caso reaviva el debate en torno a la actuación de las agencias migratorias y su visibilidad en espacios públicos. Las protestas se mantienen como una expresión contundente de rechazo hacia medidas que, en opinión de sectores de la comunidad, afectan directamente la integridad de las familias migrantes.