El joven boxeador Jake Paul logró una victoria por decisión unánime sobre el excampeón de los pesados, Mike Tyson, durante su pelea el viernes en el estadio de los Cowboys en Dallas. Sin embargo, el combate no cumplió con las altas expectativas previas, generando desilusión entre los aficionados que abuchearon al final de la pelea.
Paul, quien había mantenido una rivalidad mediática con Tyson antes del combate, sorprendió a muchos al rendir homenaje al veterano boxeador de 58 años al final de la contienda, haciendo una reverencia en su honor. No obstante, este gesto no fue suficiente para calmar los ánimos del público, que expresó su descontento al inicio del combate.
Los jueces coincidieron en su veredicto: uno de ellos dio la ventaja a Paul por 80-72, mientras que los otros dos puntuaron 79-73 a su favor. A pesar de un arranque agresivo de Tyson, que intentó sorprender a Paul con algunos golpes rápidos, su rendimiento fue limitado a lo largo de los asaltos, sin mostrar mucho más ímpetu en su regreso al cuadrilátero luego de casi 20 años fuera de la competencia profesional.
Por su parte, Paul, más activo en los rounds siguientes, logró conectar algunos golpes poderosos, aunque su eficiencia fue baja. «Traté de hacerle algo de daño, pero me asustaba que él pudiera herirme», expresó Paul al término de la pelea.
Mientras tanto, la otra pelea estelar de la noche, en la que Katie Taylor retuvo su título de campeona superligera frente a Amanda Serrano, se destacó como un enfrentamiento más intenso y sangriento, acaparando la atención del público en comparación con el enfrentamiento de Tyson y Paul.
Tyson, quien no peleaba oficialmente desde 2005, expresó que no estaba buscando demostrar nada a los demás, sino solo a él mismo. Por su parte, Paul, quien acumula un récord de 10 victorias y una derrota, dijo que el combate no le sirvió para probar nada a nadie, sino únicamente a sí mismo.
En cuanto a la compensación económica, Paul recibirá 40 millones de dólares, mientras que Tyson percibirá 20 millones por su participación en el combate. A pesar de sus problemas legales y financieros previos, Tyson dejó claro que no estaba motivado por el dinero, sino por la oportunidad de regresar al ring.