El ambiente en el emparrillado de la NFL se salió de control este fin de semana cuando el defensivo de los Washington Commanders, Javon Kinlaw, protagonizó un momento polémico al golpear a un árbitro en la cara durante el partido contra los Detroit Lions. El incidente ocurrió tras una conversión exitosa del corredor David Montgomery, cuando las tensiones entre jugadores ya estaban al límite.
En videos difundidos en redes sociales se aprecia cómo Kinlaw, visiblemente alterado, lanza su mano izquierda e impacta directamente el rostro del oficial, justo mientras discutía con el quarterback rival Jared Goff. A su lado se encontraba su compañero Jordan Magee, quien intentó contener la situación sin éxito.
A pesar del contacto físico con el árbitro, las autoridades del encuentro decidieron no expulsar al jugador, limitándose a imponerle una penalización por conducta antideportiva. La decisión sorprendió a fanáticos y analistas, pues un acto de agresión hacia un oficial suele considerarse una falta grave en la liga.
El partido, ya cargado de tensión, vivió otros momentos de violencia. El defensivo Daron Payne, también de los Commanders, golpeó en la máscara al receptor Amon-Ra St. Brown, lo que aumentó el caos en el campo y obligó a los árbitros a intervenir de nuevo para evitar una confrontación mayor entre ambos equipos.
La secuencia de incidentes se volvió viral y generó debate sobre el control disciplinario dentro de los juegos de la NFL. Aunque las imágenes no muestran con claridad la intención del golpe de Kinlaw, el impacto y la reacción del árbitro fueron evidentes. La liga podría revisar el caso para determinar si el jugador enfrentará una sanción adicional o suspensión en los próximos días.
El encuentro entre Washington Commanders y Detroit Lions quedó marcado no solo por el resultado deportivo, sino por la falta de control emocional de algunos jugadores. Kinlaw, conocido por su intensidad defensiva, podría enfrentar consecuencias más severas si la NFL considera que su acción comprometió la integridad de los oficiales y el espíritu del juego limpio que la liga intenta preservar.
Con este episodio, el debate sobre la disciplina en el campo y el respeto hacia los árbitros vuelve a estar en el centro de atención, recordando que, en el futbol americano profesional, cada movimiento tiene consecuencias tanto dentro como fuera del marcador.