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noviembre 03, 2025

El golpe que cambió la noche de Jayden Daniels y de la temporada tras fractura de codo

El golpe que cambió la noche de Jayden Daniels y de la temporada tras fractura de codo

La noche del Sunday Night Football se tornó oscura para los Washington Commanders. En pleno cuarto final ante los Seahawks de Seattle, Jayden Daniels, su joven quarterback titular, sufrió una fractura de codo que lo dejará fuera por el resto de la temporada 2025. La escena fue impactante: el mariscal cayó tras ser capturado por Drake Thomas, y al intentar apoyarse con la mano izquierda, su brazo se dobló de forma antinatural, provocando un silencio inmediato en el estadio.

Apenas unas semanas antes, Daniels había regresado de una lesión en el tendón de la corva, intentando recuperar ritmo y confianza. Sin embargo, el destino le tenía guardado otro golpe, esta vez mucho más severo. Tras el impacto, el personal médico entró al campo de inmediato y le inmovilizó el brazo antes de ayudarle a salir. Lo hizo por su propio pie, cubierto con un dispositivo acolchado y entre los aplausos de sus compañeros, rivales y el público presente.

El marcador en ese momento reflejaba una historia ya escrita: 38-7 a favor de Seattle. Con poco más de siete minutos por jugar, la pregunta que flotó en el aire fue por qué Daniels seguía en el terreno de juego cuando la derrota ya parecía sellada. Las redes sociales se encendieron rápidamente. Los fanáticos de los Commanders apuntaron su enojo hacia el entrenador Dan Quinn, criticando su decisión de mantener al mariscal titular en un partido prácticamente perdido.

Mientras tanto, en el otro lado del campo, Seattle aprovechó cada oportunidad. Sam Darnold firmó una actuación dominante, lanzando cuatro pases de anotación: dos para Tory Horton y uno más para Elijah Arroyo, antes de cerrar la primera mitad con un envío de 60 yardas a Cody White. El resultado final, 38-14, consolidó a los Seahawks con marca de 6-2, compartiendo la cima del Oeste de la Conferencia Nacional junto a los Rams de Los Ángeles. Washington, en cambio, cayó a 3-6 y se hundió en el tercer lugar del Este de la NFC.

La lesión de Daniels no solo marca un golpe físico, sino también emocional para los Commanders. El joven mariscal era el eje de un proyecto que buscaba renacer tras varias temporadas irregulares. Su ausencia obligará al cuerpo técnico a replantear el rumbo en la segunda mitad del calendario, mientras la afición asimila que su promesa más brillante tendrá que esperar para volver a brillar en el emparrillado.

La noche en Seattle dejó mucho más que un resultado abultado: dejó una imagen que difícilmente olvidarán los seguidores de la NFL y un vacío que pesará en Washington el resto del año.