Donald Trump volvió a lanzar una ofensiva cultural al amenazar con impedir la construcción del nuevo estadio de los Washington Commanders si el equipo no restaura su antiguo nombre: Redskins. La declaración, publicada en su plataforma de redes sociales, exige que el equipo abandone el apodo actual, que calificó como “ridículo”, y recupere la denominación original que fue abandonada por considerarse ofensiva para comunidades nativas americanas.
Trump advirtió que podría imponer restricciones a cualquier trato federal que permita la edificación del nuevo recinto deportivo, pactado para levantarse en el antiguo sitio del RFK Stadium, donde el equipo jugó durante más de 30 años. Aunque el expresidente Joe Biden firmó un proyecto de ley que transfiere esa tierra del gobierno federal al Distrito de Columbia, el Congreso aún conserva control sobre el presupuesto del D.C., lo que abre un margen político que Trump podría intentar aprovechar
El exmandatario también arremetió contra el equipo de béisbol de Cleveland, actualmente conocido como los Guardians, y exigió que recupere su antigua identidad: los Indians. Afirmó que existe un “gran clamor” por este regreso y criticó al propietario Matt Dolan, a quien responsabilizó por perder elecciones debido al cambio de nombre. «Lo que no entiende es que si cambiara el nombre de nuevo a los Cleveland Indians, podría realmente ganar una elección», publicó Trump. Remató con una frase en su estilo de campaña: «¡Hagamos grandes a los indios de nuevo (MIGA)!».
El equipo de Washington, originalmente fundado como los Redskins en Boston en 1933 y mudado a la capital en 1937, abandonó el nombre en 2020 tras el aumento de tensiones sociales por racismo y justicia racial. Adoptaron el nombre Commanders para la temporada 2022. La nueva administración encabezada por Josh Harris, que compró la franquicia en 2023, ya había afirmado que no planean revertir el cambio. “El nombre está aquí para quedarse”, dijo en su momento, y descartó recuperar la antigua identidad del equipo.
El proyecto de construcción del nuevo estadio fue anunciado a inicios de este año como un esfuerzo conjunto entre los Commanders y el gobierno del Distrito de Columbia. Sin embargo, el intento de Trump por condicionar su desarrollo marca un nuevo episodio en su cruzada contra lo que considera “excesos de lo políticamente correcto”.
Del lado de Cleveland, el presidente de operaciones de béisbol de los Guardians, Chris Antonetti, reafirmó que no se revisará el cambio de nombre. Recordó que el equipo anunció su decisión en 2020 y lleva cuatro años construyendo su nueva identidad. También subrayó que eliminaron el logotipo ‘Chief Wahoo’ en 2018 como parte del mismo proceso de transformación.
A pesar de la polémica, ni los Commanders ni los Guardians respondieron de inmediato a las declaraciones de Trump, quien una vez más pone el deporte profesional en el centro de su narrativa política.