Hoy, el reloj del Mundial 2026 ya empezó a correr y marca una cuenta regresiva de exactamente un año para el momento en que el Estadio Azteca reciba, otra vez, al mundo entero. El mundial de fútbol está cada vez más cerca, y la capital mexicana se prepara para ser protagonista… aunque aún hay mucho por resolver.
Todo comenzó con un evento oficial en el que se activó el reloj que marca los días, horas y minutos hacia el pitazo inicial del primer partido que disputará la Selección Mexicana. El ambiente fue una mezcla de entusiasmo con desorden entre empujones, chiflidos y cierta falta de organización, las autoridades locales y representantes de la FIFA se dieron cita para develar este símbolo del Mundial.
La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, fue clara en su mensaje: no solo se trata de tener todo listo para los partidos, sino de aprovechar el impulso del Mundial para mejorar la vida cotidiana de quienes habitan en la ciudad. Prometió seguridad, agua y movilidad, no solo para los visitantes, sino como legado para la población local.
En ese espíritu, se anunciaron 11 proyectos clave de movilidad que deberían estar listos antes de que ruede el balón. Desde ciclovías nuevas, pasos peatonales, modernización de bajo puentes, estaciones de transporte renovadas, hasta una nueva línea del Trolebús y nuevos trenes para el servicio ligero. La meta es facilitar los desplazamientos de los asistentes, pero también transformar cómo se mueve la ciudad.
Sin embargo, no todas las obras han comenzado. Algunas siguen en la etapa de planeación, lo que preocupa cuando el tiempo apremia. Y el tema del hospedaje también genera inquietud: se esperan 5.5 millones de turistas y aún no hay suficiente oferta hotelera para todos. Esto ha reabierto un debate sobre regulaciones a plataformas como Airbnb, ya que las leyes aprobadas en 2023 podrían restringir su operación justo cuando más se necesitan espacios de alojamiento.
La seguridad es otro tema que no pasa desapercibido. Aunque las autoridades afirman que los índices delictivos han bajado, las cifras de percepción de inseguridad —como las publicadas por el INEGI— pintan una imagen más compleja. Cuatro alcaldías de la CDMX están por encima de la media nacional en cuanto a población que se siente insegura. Esto genera dudas sobre si la ciudad está realmente lista para cuidar de tantos visitantes extranjeros.
Durante el evento, Brugada estuvo acompañada por el exfutbolista italiano Alessandro del Piero, campeón del mundo en 2006, quien también formó parte de la ceremonia de presentación del trofeo oficial. Aunque se evitaron los temas polémicos, se insistió en el mensaje de que será un Mundial inclusivo, sin discriminación ni violencia, un espacio donde todos —y todas— serán bienvenidos.
Como parte del arranque simbólico, 40 edificios de la ciudad se iluminarán cada noche con el color verde oficial del Mundial. Y además, se anunció un torneo infantil de fútbol patrocinado por la FIFA que buscará sumar a más de 40 mil niñas y niños de todo el país.
La emoción está en el aire. El reloj ya corre. Y aunque hay entusiasmo, también quedan muchos pendientes. CDMX se asoma a la historia, una vez más, con los ojos del mundo puestos sobre ella.