Gianni Infantino, presidente de la FIFA, condenó este jueves la violencia que obligó a suspender el partido entre Independiente de Argentina y Universidad de Chile, correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana, disputado el miércoles en el Estadio Libertadores de América, en Avellaneda.
El dirigente italiano calificó de “impactante” lo sucedido y publicó en sus redes sociales: “Condeno enérgicamente la impactante violencia que llevó a la cancelación del partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana. La violencia no tiene cabida en el futbol”. También recalcó que jugadores, árbitros, personal y aficionados deben poder disfrutar del deporte “sin miedo”, y pidió que las autoridades impongan “sanciones ejemplificadoras contra los autores de estos terribles actos”.
El encuentro fue detenido en el minuto 48 por el árbitro uruguayo Gustavo Tejera cuando el marcador estaba empatado 1-1. El motivo fueron los disturbios en las tribunas, donde barras de ambos equipos se enfrentaron con piedras, palos y otros objetos contundentes.
De acuerdo con el balance difundido por Universidad de Chile, al menos 19 hinchas resultaron heridos, uno en condición crítica, y 97 ciudadanos chilenos fueron detenidos en Buenos Aires. La cifra de afectados se actualizó este jueves con un total de 20 lesionados y 110 detenidos, todos de nacionalidad chilena.
Una de las imágenes más difundidas en redes muestra a un aficionado semidesnudo e inconsciente en la parte superior de la tribuna visitante. Aunque algunos usuarios especularon sobre su estado, otras imágenes confirmaron que el hincha se reincorporó minutos más tarde con ayuda de otras personas.
El Diario Clarín reportó que, durante los disturbios, integrantes de la barra de Universidad de Chile lanzaron excremento, orina, pedazos de mampostería, inodoros e incluso una bomba de estruendo hacia la tribuna inferior donde se ubicaban seguidores de Independiente. El relato añade que empleados del estadio también fueron víctimas: una trabajadora de limpieza fue obligada a beber orina, otra recibió una herida de navaja y una tercera sufrió abuso sexual, sin que la policía o personal de seguridad intervinieran.
Imágenes televisivas mostraron a hinchas inconscientes en las gradas y a varios aficionados que cayeron desde lo alto para intentar escapar de las agresiones. Tanto autoridades como el club argentino aseguraron que no hubo víctimas mortales, aunque confirmaron la magnitud de los incidentes.
Con un saldo de 20 heridos, entre ellos dos de gravedad, y más de un centenar de detenidos, se espera que la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) defina sanciones deportivas, que podrían incluir la eliminación de ambos equipos de la Copa Sudamericana.