Lionel Messi sigue teniendo a Barcelona muy presente. Aunque hoy su vida y su carrera se desarrollan en Miami, el astro argentino no oculta que él y su familia extrañan profundamente la ciudad donde crecieron, formaron su hogar y vivieron los años más intensos de su historia deportiva. Desde su residencia en Estados Unidos, el capitán del Inter Miami compartió que su deseo es volver a vivir algún día en su casa de Castelldefels, el lugar donde su vida fuera de las canchas encontró estabilidad durante casi dos décadas.
Su reciente visita sorpresa al nuevo Spotify Camp Nou reavivó los recuerdos de una etapa que, pese al paso del tiempo, no pierde significado. Messi recorrió el estadio donde marcó una era y, poco después, en una entrevista con el diario Sport, habló con franqueza sobre esa nostalgia que todavía lo acompaña. Para él, Barcelona no es solo el club donde alcanzó la cima del futbol mundial, sino también el escenario de una historia personal marcada por el crecimiento, la familia y el cariño de una afición que nunca dejó de apoyarlo.
El argentino recordó con especial afecto los momentos más emblemáticos de su paso por el Barça, como el sextete bajo la dirección de Pep Guardiola y la Champions League ganada con Luis Enrique. Aquellos logros, explica, forman parte de una colección de recuerdos que hoy valora incluso más que en su momento, consciente de lo irrepetible que fue aquella época.
Aun así, su salida del club en 2021 continúa siendo un tema sensible. Messi admitió que el final de su etapa azulgrana fue abrupto y distinto a lo que había imaginado. La falta de recursos económicos del club impidió su renovación, lo que lo obligó a dejar el lugar donde pasó toda su vida profesional. Esa despedida sin público, marcada por la pandemia y por el sentimiento de una historia inconclusa, dejó una huella emocional que aún no cierra del todo.
Pese a esa herida, el futbolista argentino no pierde la gratitud. Reconoce que todo lo vivido en Barcelona fue determinante para su carrera y su vida personal: llegó siendo un niño, se formó en La Masía, creció con la camiseta azulgrana y vio nacer a sus hijos en la ciudad. Barcelona, dice, no solo lo convirtió en una leyenda del deporte, sino también en la persona que es hoy.
Mientras tanto, Messi continúa enfocado en su presente. En el Inter Miami, disfruta de una etapa más relajada, lejos de la presión europea, pero aún con la ambición intacta. A sus 38 años, no piensa en el retiro inmediato. Su meta más cercana es mantenerse en forma para disputar el que sería su sexto Mundial, una competencia que afrontará con la intención de seguir aportando a su selección sin convertirse en una carga.
El regreso a Barcelona, por ahora, solo vive en sus planes futuros y en la conversación cotidiana con su familia. Pero si algo dejó claro Messi, es que su historia con la ciudad que lo vio convertirse en leyenda todavía no ha terminado.