El entrenador del Olympique de Lyon, Paulo Fonseca, ha sido suspendido por nueve meses tras un altercado con el árbitro Benoît Millot en un partido de la liga francesa. La sanción, emitida por la comisión disciplinaria de la liga, le prohíbe dirigir desde el área técnica, acceder al vestuario y mantener contacto con sus jugadores durante los encuentros hasta el 15 de septiembre. Además, no podrá estar en la línea de banda hasta el 30 de noviembre.
La suspensión afecta exclusivamente a los torneos nacionales, lo que significa que Fonseca podrá continuar dirigiendo al equipo en la Europa League, donde Lyon enfrentará al FCSB en los octavos de final.
El incidente ocurrió cuando Fonseca, molesto por la falta de un penalti a favor de Brest en los minutos finales del encuentro, increpó agresivamente al árbitro. A pesar de ser amonestado, el entrenador portugués continuó con su reclamo, acercándose de manera desafiante a Millot antes de ser apartado por su capitán, Corentin Tolisso, y otros jugadores del equipo.
Fonseca llegó al Lyon en enero, tras ser contratado por el propietario del club, John Textor. Su paso anterior por el AC Milan fue breve, ya que fue despedido en diciembre después de solo seis meses en el cargo. Ante la sanción, Textor salió en su defensa, expresando su apoyo a través de redes sociales. «Hoy estoy contigo, y siempre lo estaré», publicó en Instagram. «Tu disculpa fue sincera y tu castigo es claramente demasiado severo».
Por su parte, el club emitió un comunicado en el que lamenta la decisión y considera que la sanción es excesiva. Según Lyon, la reacción de su entrenador fue meramente emocional y no tuvo la intención de agredir físicamente al árbitro. Además, el equipo está valorando presentar una apelación y argumenta que el castigo es consecuencia de la controversia generalizada sobre el arbitraje en Francia.
«El club deplora que su entrenador no haya sido juzgado solo por sus acciones, una reacción emocional sin ninguna intención clara de atacar físicamente al árbitro», señaló el comunicado. «(El castigo) parece estar dictado por un contexto dañino que afecta al arbitraje francés».
La sanción de Fonseca se suma a la reciente suspensión de 15 partidos impuesta al presidente del Olympique de Marsella, Pablo Longoria, quien acusó a los árbitros franceses de «verdadera corrupción». Estas decisiones reflejan la creciente tensión en torno al arbitraje en el fútbol francés y han generado un debate sobre la proporcionalidad de las sanciones en la liga.