El FC Barcelona conquistó oficialmente su título número 28 de LaLiga con una victoria contundente ante el Espanyol por 0-2 en un encuentro que quedará en la memoria por más de un motivo. El equipo dirigido por Xavi Hernández se coronó campeón con tres jornadas de anticipación y con una actuación que confirma el nacimiento de una nueva estrella: Lamine Yamal, quien a sus 17 años ya deslumbra al mundo con su talento.
El derbi catalán se disputó en un ambiente cargado de tensión. Todavía pesaban los recuerdos del episodio de 2022, cuando el descenso del Espanyol tras una derrota ante el Barcelona derivó en una invasión al campo por parte de los aficionados. Esta vez, un incidente externo marcó el inicio del partido: un atropellamiento a un grupo de seguidores provocó la interrupción del juego al minuto 10. Tras confirmar que no hubo heridos graves, el encuentro continuó.
El Espanyol, comprometido en la lucha por evitar el descenso, mostró intensidad desde el primer tiempo. Urko González y Puado pusieron a prueba al arquero polaco Wojciech Szczesny, quien defendió el arco culé con seguridad. Por parte del Barça, las ofensivas de Lewandowski, Raphinha y Pedri anunciaban que el gol era solo cuestión de tiempo.
En el segundo tiempo, Lamine Yamal tomó el control del partido. El joven extremo volvió a demostrar que el futuro ya llegó. Desde la banda derecha, aceleró, recortó hacia el centro y, con un disparo preciso y potente, colocó el balón en el ángulo más lejano al minuto 53. Una jugada que ya se ha vuelto su sello.
Espanyol buscó el empate con más garra que claridad, pero la desesperación terminó costándole caro. Al minuto 80, Leandro Cabrera fue expulsado tras agredir a Lamine Yamal, reflejo de la frustración que se vivía en el campo. Con un hombre menos y el ánimo golpeado, los locales no lograron resistir el embate final.
Fermín López selló el marcador con un segundo gol en la recta final, confirmando la victoria y la coronación del Barcelona. El club catalán suma así una nueva estrella a su historia y celebra el resurgimiento de una plantilla que ha sabido reinventarse, con una nueva generación de talentos que ya entrega resultados.
En medio de la celebración, Lamine Yamal se consolida como la nueva figura del club, no solo por su calidad técnica, sino por su carácter en momentos clave. Barcelona no solo gana una liga, gana también la ilusión renovada de una era que ya comenzó.