Una ola de inconformidad sacudió al futbol brasileño tras la reciente decisión de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), que prohibió a los jugadores realizar la jugada de pisar el balón con ambos pies durante un partido oficial. La medida, que entró en vigor de forma inmediata, generó rechazo tanto en aficionados como en figuras destacadas del deporte, incluidas voces como la de Neymar Jr. y Memphis Depay.
El delantero brasileño del Al Hilal no tardó en reaccionar. A través de una publicación en Instagram del exfutbolista Denilson, Neymar expresó su molestia con una breve pero potente frase: “El futbol es cada vez más aburrido”. La sentencia del ‘10’ del Santos refleja el sentir de muchos que consideran que el juego está perdiendo su esencia creativa y libre.
La polémica inició en la Final del Campeonato Paulista, donde Memphis Depay, actualmente con el Corinthians, ejecutó la controvertida maniobra. Su equipo terminó venciendo al Palmeiras, pero la acción encendió el debate sobre los límites del espectáculo dentro del campo. Tras el partido, la CBF emitió un comunicado dirigido a todos los clubes, en el que advirtió que dicha jugada será sancionada con tarjeta amarilla a partir de ahora.
Depay, quien viajó a Brasil para formar parte del futbol nacional, también expresó su inconformidad: “Yo fui a Brasil para experimentar de primera mano el ‘Jogo Bonito’, pero ahora la CBF anunció que ningún jugador puede pararse sobre la pelota o recibirá una tarjeta amarilla”. El delantero neerlandés no se quedó ahí y criticó directamente a los altos mandos del organismo: “Tienen que hacer un mejor trabajo”.
La decisión generó un eco internacional, no solo por lo inusual de la prohibición, sino por lo que representa: el recorte de una maniobra que muchos consideran parte del arte del futbol. Históricamente, el futbol brasileño ha sido sinónimo de creatividad, fantasía y libertad en el campo, elementos que parecieran estar en jaque con esta nueva regla.
La CBF no ha emitido comentarios adicionales, pero el ambiente en redes sociales y medios deportivos permanece cargado de opiniones divididas. Mientras algunos respaldan la decisión por considerarla innecesariamente provocadora en situaciones de ventaja, otros sostienen que censura innecesariamente la esencia misma del estilo brasileño.
La controversia está lejos de enfriarse. La prohibición ya forma parte del reglamento, pero sus consecuencias, tanto dentro como fuera del campo, siguen desatando reacciones en cadena. El debate entre espectáculo y regulación se intensifica, y el ‘Jogo Bonito’ parece enfrentar una nueva era de transformaciones.