Mohammed Ben Sulayem fue reelegido sin oposición como presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para un nuevo periodo de cuatro años, tras una elección marcada por señalamientos sobre la equidad de las reglas que regulan el acceso a la contienda. La decisión se formalizó el viernes durante la asamblea general del organismo celebrada en Taskent, Uzbekistán, donde el dirigente emiratí resultó ser el único candidato habilitado para figurar en la boleta final.
La reelección ocurre después de una campaña en la que otros aspirantes denunciaron que los requisitos electorales establecidos por la FIA limitaron de manera significativa la posibilidad de competir, al considerar que las normas impuestas excluyeron a posibles contendientes y redujeron el proceso a una votación sin alternativas. Pese a estos cuestionamientos, Ben Sulayem obtuvo el respaldo mayoritario de los miembros con derecho a voto.
En un comunicado difundido tras la asamblea, el expresidente y expiloto de rally agradeció el apoyo recibido y subrayó la participación de los afiliados. “Gracias a todos nuestros miembros de la FIA por votar en números notables y depositar su confianza en mí una vez más. Hemos superado muchos obstáculos, pero hoy aquí, juntos, somos más fuertes que nunca”, expresó.
La FIA destacó que durante la gestión de Ben Sulayem se han fortalecido las finanzas de la organización y se han impulsado mayores niveles de transparencia, responsabilidad institucional y estándares profesionales. Su primer mandato, sin embargo, también estuvo marcado por desacuerdos públicos con pilotos de la Fórmula 1 y por una constante rotación de personal dentro del organismo rector del automovilismo internacional.
En el proceso electoral participaron inicialmente cuatro aspirantes a la presidencia, aunque finalmente solo uno cumplió con los requisitos establecidos para ser considerado elegible. Entre quienes quedaron fuera se encuentra la piloto suiza Laura Villars, quien inició procedimientos legales en Francia al considerar que las reglas electorales vulneraron el carácter democrático de la elección. Villars informó que una audiencia judicial fue programada para febrero y señaló que, dependiendo del fallo, el proceso podría ser revisado, impugnado o incluso anulado por un tribunal.
La postura de Villars cuenta con el respaldo de Tim Mayer, excomisario de carreras de Fórmula 1 en Estados Unidos y también aspirante al cargo, quien afirmó en octubre que el sistema vigente dejó de representar un proceso democrático al limitar la participación efectiva de candidatos alternativos.
De acuerdo con las normas de la FIA, los aspirantes a la presidencia debían presentar una lista integrada por siete candidatos a vicepresidencias provenientes de distintas regiones del mundo, entre ellas América del Sur. Dentro del conjunto de 29 candidatos considerados elegibles, la única representante sudamericana fue la brasileña Fabiana Ecclestone, quien figuró como parte de la lista vinculada a Ben Sulayem.
Con este resultado, la FIA inicia un nuevo ciclo bajo la conducción del dirigente emiratí, mientras continúan abiertos los cuestionamientos legales y administrativos sobre las reglas que definieron el desarrollo del proceso electoral.