El Gran Premio de Canadá cerró con un giro inesperado para McLaren, luego de que sus dos pilotos, Oscar Piastri y Lando Norris, protagonizaron un tenso duelo en las últimas vueltas de la carrera que concluyó con un impacto y la salida del británico a solo tres giros del final. La batalla interna entre ambos compañeros por el cuarto lugar terminó por afectar el rendimiento global del equipo.
En la vuelta 67 de 70, y tras una reciente parada en pits, Lando Norris regresó a pista con neumáticos frescos e inició una serie de intentos por adelantar a su coequipero australiano. Piastri defendió cada maniobra con firmeza, hasta que un rebase agresivo del británico lo llevó contra el muro. El choque comprometió su monoplaza y lo dejó fuera de competencia.
“Todo es culpa mía, todo es culpa mía”, repitió Norris a través de la radio del equipo, en una comunicación que fue difundida después del incidente. La situación generó incomodidad interna, ya que ambos pilotos se encontraban en disputa directa por puntos clave, sin órdenes de equipo evidentes para evitar riesgos entre compañeros.
La carrera terminó con la victoria del británico George Russell (Mercedes), quien partió desde la pole position y cruzó la meta primero tras 70 vueltas al circuito Gilles Villeneuve de Montreal. Fue su cuarta victoria en la Fórmula 1 y la primera de la temporada. El segundo lugar fue para Max Verstappen (Red Bull) y el tercero para el italiano Andrea Kimi Antonelli, también de Mercedes, en una jornada marcada por estrategias cambiantes y clima variable.
Piastri, a pesar del incidente con su compañero, logró mantener el cuarto sitio, mientras que Norris quedó sin clasificar al final por los daños en su vehículo. El coche de seguridad se desplegó para proteger la pista tras el choque, y así finalizó el evento.
Con estos resultados, Oscar Piastri conserva el liderato del Mundial de Pilotos con 198 puntos, seguido por Norris con 176. Max Verstappen recorta la diferencia al sumar 155 unidades y acecha el primer lugar, beneficiado por el incidente entre los autos de McLaren.
La tensión dentro del equipo naranja se reflejó también en los gestos de frustración al término de la carrera. El impacto en puntos y la pérdida de oportunidad de podio para ambos pilotos intensificaron el cierre del fin de semana en Montreal, justo en un momento donde cada resultado puede definir el rumbo del campeonato.
El Gran Premio de Canadá dejó no solo cambios en el podio, sino también un nuevo capítulo en la relación competitiva entre dos de los pilotos más prometedores de la parrilla actual.