La pista del Autódromo Hermanos Rodríguez vibró con el rugido de un motor especial, y no precisamente de cualquier piloto. Este viernes, el mexicano Patricio «Pato» O’Ward se puso al volante del McLaren MCL38 en la primera práctica del Gran Premio de México, cumpliendo un sueño que pocos logran: rodar en su tierra natal al más alto nivel del automovilismo. Aunque el resultado final fue la posición número 13, su debut despertó entusiasmo tanto en los aficionados como en el propio equipo McLaren, que le reconoció su desempeño en condiciones desafiantes.
O’Ward reemplazó temporalmente a Lando Norris en la sesión, mostrando un rendimiento notable que le ganó elogios de sus colegas y, sobre todo, de su equipo. Con un total de 22 vueltas, el mexicano se posicionó como el segundo mejor entre los cinco pilotos novatos de la jornada, solo superado por el Mercedes del prometedor Kim Antonelli. Aunque algunos incidentes —como la colisión entre Alexander Albon y Oliver Bearman— limitaron el desarrollo normal de la sesión, «Pato» demostró que tenía el temple para enfrentar cualquier situación en la pista.
“Me dijeron que estaban contentos con mi actuación, y yo también lo estoy. Es una experiencia increíble y un honor correr en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en mi país. No fue una práctica fácil, pero logré sentir el auto y darle al equipo algo de información útil”, comentó O’Ward con una mezcla de humildad y orgullo.
A lo largo de la práctica, O’Ward trabajó en ajustar su tiempo en cada vuelta, mejorando progresivamente su rendimiento: su tercer intento lo dejó con un crono de 1:22.122, y finalmente, en el último cuarto de la práctica, registró un tiempo de 1:19.295 con neumáticos suaves, consolidando así su lugar 13 en la tabla.
Sin embargo, el mexicano subrayó que su objetivo no era simplemente buscar el mejor tiempo, sino aprender y aportar datos valiosos al equipo. “Las banderas rojas no me frustraron; son cosas que pasan en una práctica. Me enfoqué en rodar, conocer más el coche y en ser útil para el equipo”, explicó. A la pregunta sobre correr en México, no dudó en dejar clara su emoción: “De México puedo decir que es el mejor país del mundo”.
Cuando la sesión llegó a su fin, un emocionado «Pato» dedicó unas palabras al equipo McLaren a través de la radio, mostrando su gratitud con un sencillo “gracias a todos, muchas gracias”. La respuesta de McLaren fue rápida y cálida: “Gracias, Pato, apreciamos el trabajo que hiciste ahí y acertaron desde el inicio”.
Para el piloto, este debut en casa significa un hito en su carrera y un recordatorio de sus raíces. «Pato» O’Ward no solo tuvo la oportunidad de experimentar la potencia de un monoplaza de Fórmula 1 en su propia tierra, sino que también dejó una marca en el corazón de los aficionados mexicanos que, en el Autódromo Hermanos Rodríguez, lo ovacionaron como el verdadero héroe de la jornada.