Las autoridades de la Ciudad de México reportaron “saldo blanco” tras la celebración del Gran Premio de México de Fórmula Uno, realizado del 24 al 26 de octubre en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Pese al informe oficial que calificó el evento como un éxito en materia de seguridad, dos peleas entre asistentes dieron la nota negativa y se difundieron ampliamente a nivel internacional.
De acuerdo con el gobierno capitalino, el evento “transcurrió en completo orden” y sin incidentes graves gracias al trabajo coordinado entre distintas dependencias y las alcaldías involucradas. César Cravioto, secretario de Gobierno, celebró la organización a través de su cuenta de X: “Gracias al trabajo coordinado de diversas instituciones del Gobierno de la CDMX y de las alcaldías, una vez más se demostró que la Ciudad de México tiene la capacidad para recibir todo tipo de eventos. Seguimos preparándonos rumbo al Mundial 2026”.
En el informe oficial, las autoridades destacaron que “el evento se desarrolló en completo orden y finalizó con saldo blanco, consolidándose nuevamente como una de las celebraciones deportivas más importantes del país”. Sin embargo, durante los tres días del evento se registraron al menos dos riñas que circularon en redes sociales y medios internacionales, mostrando una cara distinta del ambiente en el recinto.
El primer enfrentamiento ocurrió el viernes en la zona de gradas durante la sesión de calificación. Testigos captaron el momento en que varios aficionados comenzaron a golpearse, provocando caos entre los asistentes. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que personal de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) intervino para controlar la situación y retirar a los involucrados.
“Personal de la @PBI_SSC desplegado en el Autódromo Hermanos Rodríguez fue alertado de una riña entre dos asistentes al Gran Premio de México que se encontraban en la zona de gradas durante el desarrollo de la prueba de clasificación. De inmediato, los oficiales de la PBI intervinieron para contener la situación, y junto con el personal de seguridad privada del evento, se tomó la determinación de retirar del recinto a las personas involucradas”, señaló la dependencia en un comunicado.
Un segundo altercado se registró posteriormente en la zona cercana a la pista. Según los reportes, un asistente arrojó cerveza a otro espectador y mojó a un tercero, lo que desató una pelea que involucró a varias personas. El incidente terminó en una batalla campal con empujones, patadas y jalones; incluso una mujer cayó al suelo durante el enfrentamiento.
A diferencia del primer caso, en esta ocasión no se reportó intervención de las autoridades. Los videos del momento se viralizaron rápidamente, provocando críticas de aficionados y comentarios internacionales que señalaron la recurrencia de estos hechos en el Gran Premio de México.
A pesar de las polémicas, el evento volvió a congregar a miles de asistentes y fue reconocido por el gobierno capitalino como una muestra de su capacidad organizativa para recibir espectáculos de talla mundial.