En un viernes cargado de ilusiones y determinación, la selección mexicana de clavados emprendió su travesía hacia el Mundial de Natación Doha 2024, con la mirada puesta en obtener las preciadas plazas olímpicas que les permitirán representar a México en los Juegos Olímpicos de París 2024. Sin embargo, su viaje se encuentra marcado por la incertidumbre financiera, ya que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) ha dejado de proporcionarles apoyos, alegando irregularidades en la asignación de recursos a través de la Federación Mexicana de Natación.
A pesar de las adversidades, atletas de la talla de Gaby Agúndez, Alejandra Orozco, Kevin Berlín y Osmar Olvera se embarcaron en esta odisea con la firme convicción de superar las dificultades y alcanzar sus metas deportivas. La situación ha obligado a estos destacados clavadistas a buscar alternativas para financiar su participación en el evento, recurriendo a la colaboración con instituciones como el Instituto del Deporte de Nuevo León y la World Aquatics.
Entre ellos, Osmar Olvera destaca como favorito del equipo mexicano y ha sido nominado por la WA como Mejor Clavadista del Año 2023. A pesar de las dificultades económicas, Olvera se muestra resiliente y expresó su compromiso: «El recurso saldrá de parte mía y de Nuevo León, ellos nos van a apoyar en las demás fechas. Hay que tratar de buscar el apoyo de donde sea y la última opción es de nuestra bolsa, pero no importa, el chiste es estar ahí, que nos vean».
El respaldo de la World Aquatics, que proporcionó 42 lugares para los atletas mexicanos, ha sido fundamental para la participación de la delegación en Doha. Alejandra Orozco expresó su agradecimiento, reconociendo las dificultades pero destacando la importancia de sumar personas que confíen en el proceso deportivo más allá de los Juegos Olímpicos.
En este contexto, los clavadistas mexicanos, que ya cuentan con seis plazas olímpicas para París 2024, se enfrentan al desafío de conseguir las seis restantes en el Mundial. Aunque la falta de apoyo de la Conade ha supuesto un obstáculo, los atletas se mantienen enfocados en su objetivo, conscientes de la relevancia de estas competiciones para su desarrollo y preparación.
Mientras el equipo de clavados enfrenta esta situación, la selección nacional de natación artística también se embarca en su viaje a Doha. Encabezados por las experimentadas Nuria Diosdado y Jessica Sobrino, este grupo tiene como objetivo afianzarse como los mejores del continente americano y analizar a sus futuros rivales en París 2024. A pesar de tener asegurada la clasificación a los Juegos Olímpicos, el compromiso y la entrega son innegociables.
En medio de la incertidumbre financiera, estos atletas demuestran que la pasión y la dedicación superan cualquier obstáculo. Su historia no solo es la lucha por medallas y plazas olímpicas, sino también un testimonio de resiliencia y determinación ante la adversidad. En un contexto donde la burocracia y la falta de apoyo institucional amenazan sus sueños, estos clavadistas mexicanos viajan a Doha con la esperanza de cambiar su destino y dejar una huella imborrable en la historia del deporte mexicano.