La integridad del deporte olímpico se encuentra en el ojo del huracán tras la reciente revelación de que la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) permitió, en al menos tres ocasiones, que atletas que habían incurrido en violaciones graves de las normas antidopaje compitieran sin recibir sanciones. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha confirmado su conocimiento de estos casos, lo que ha desatado un nuevo escándalo en el mundo del deporte.
El 7 de agosto de 2024, un artículo de la agencia de noticias Reuters destapó un esquema inquietante que involucraba a la USADA, en el que se permitió a atletas estadounidenses competir durante años, a pesar de haber dado positivo en controles antidopaje. Uno de los casos más graves revelados en el informe indica que un atleta nunca fue sancionado ni se hicieron públicos los resultados de sus pruebas, en clara contravención del Código Mundial Antidopaje y las normas internas de la propia USADA
La AMA, en una respuesta contundente al artículo de Reuters, destacó que esta práctica por parte de la USADA representa una grave amenaza a la integridad del deporte, un pilar fundamental que el Código Mundial Antidopaje se esfuerza por proteger. «El permitir que los tramposos compitieran durante años con la promesa de que intentarían obtener pruebas incriminatorias contra otros es una clara infracción de las reglas», afirmó un portavoz de la AMA. «Contrariamente a lo que ha afirmado la USADA, la AMA no aprobó esta práctica en ningún momento», agregó.
La revelación ha provocado una ola de críticas en todo el mundo, avivando un debate que ya había alcanzado altas temperaturas en torno al dopaje y la justicia en la competición internacional. Las repercusiones de este escándalo podrían ser profundas, no solo para la USADA, sino para la confianza global en los mecanismos antidopaje.
China, que ha sido objeto de persistentes acusaciones de dopaje, especialmente en la natación, ha aprovechado esta oportunidad para contraatacar. La Agencia Antidopaje de China emitió un comunicado el jueves en el que pide que se apliquen pruebas más rigurosas a los atletas estadounidenses de atletismo, señalando los escándalos de dopaje que ahora están siendo revelados.
Los medios estatales chinos han amplificado estas críticas, señalando el doble rasero que, según ellos, se aplica a los competidores chinos en comparación con sus contrapartes estadounidenses. «¿Por qué los nadadores chinos fueron sometidos a más de 600 pruebas en los Juegos de París sin que se encontraran infracciones, mientras que los atletas estadounidenses parecen estar exentos de la misma rigurosidad?» cuestionó un editorial publicado en un periódico estatal.
El escándalo no se detiene ahí. Tanto la AMA como World Aquatics han reconocido que 23 nadadores chinos dieron positivo por una sustancia prohibida antes de los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, estos resultados no se hicieron públicos hasta principios de 2024, cuando los informes de los medios de comunicación sacaron a la luz lo sucedido. Ambas organizaciones aceptaron la explicación de las autoridades chinas, quienes atribuyeron los resultados positivos a alimentos contaminados, una justificación que ha sido recibida con escepticismo por parte de la comunidad internacional.