Diana Flores, la sobresaliente quarterback mexicana de flag football, está escribiendo una nueva página en la historia del deporte mundial. Flores, quien ya había marcado un hito al ser la primera jugadora de flag football en tener objetos en la colección del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional en 2023, ahora ha añadido otro logro monumental a su carrera: portar la antorcha olímpica para los Juegos Olímpicos de París 2024.
El relevo de la antorcha, un símbolo de paz y unidad, contó con la participación de Flores en su etapa 34, un recorrido que abarcó localidades emblemáticas como Villefranche-sur-Mer, Grasse, Cannes, Valberg, Antibes Juan-les-Pins, Valdeblore-La Colmiane y culminó en Niza. Esta travesía no solo llevó la llama olímpica más cerca de París 2024, sino que también iluminó el camino de muchos jóvenes atletas que ven en Diana Flores un modelo a seguir.
En una emocionante publicación en Instagram, Flores compartió: «Quiero contarles que el día de hoy voy a formar parte del relevo de la antorcha olímpica. Estoy muy emocionada y contenta por lo que esto significa para nuestro deporte». Su entusiasmo y orgullo por representar al flag football en un evento de tal magnitud resonaron con sus seguidores, inspirando a una nueva generación de deportistas.
Diana Flores no solo destaca en el campo de juego, sino también fuera de él. Como embajadora internacional de la NFL, ha sido una figura clave en la inclusión del flag football en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, un logro que refleja su incansable dedicación y amor por el deporte. En una entrevista con ESPN, Flores expresó su gratitud y emoción: «He tenido la oportunidad de ser parte de este movimiento y este trabajo para que el flag esté en el calendario olímpico. Estoy agradecida por esa oportunidad, de darle a mi deporte algo tanto dentro como fuera de las canchas».
Su participación en el relevo de la antorcha olímpica no solo es un testamento de su esfuerzo personal, sino también un símbolo de los sueños y aspiraciones de muchos. Flores añadió: «Es un sueño hecho realidad. Es un objetivo por el que hemos luchado y trabajado tantas personas. Abrirá muchos sueños a las nuevas generaciones. A mí me llena de ilusión. No puedo esperar para estar ahí y traer una medalla olímpica para mi país».
El impacto de Diana Flores en el flag football es innegable. Su presencia en eventos de alto perfil como el relevo de la antorcha olímpica subraya la importancia y el crecimiento de este deporte a nivel internacional. Con su participación, Flores no solo lleva una llama, sino también la esperanza y el espíritu de miles de jóvenes atletas que aspiran a seguir sus pasos y lograr sus propios sueños olímpicos.
El camino hacia París 2024 está ahora más brillante gracias a la pasión y determinación de Diana Flores. Su historia es un recordatorio poderoso de que con esfuerzo y dedicación, los sueños más grandes pueden hacerse realidad. La antorcha olímpica en sus manos es más que un símbolo de los próximos juegos; es un faro de esperanza para todos aquellos que creen en el poder del deporte para transformar vidas y unir a las personas.