El inicio de la temporada 2024-25 de LaLiga fue testigo de un debut que marcará un antes y un después en la carrera del joven portero mexicano Alex Padilla. El Athletic de Bilbao, un club con una gran historia y una afición exigente, abrió la campaña con un empate 1-1 ante el Getafe en un partido que, aunque dejó un sabor agridulce, fue un escaparate perfecto para la presentación oficial de Padilla en la élite del fútbol español.
Padilla, nacido en Zarautz, España, pero con raíces profundamente mexicanas, se vio catapultado a la titularidad debido a las lesiones de los arqueros Unai Simón y Julen Agirrezabala. A pesar de la presión y las dudas que rodeaban su elección, el portero de 20 años se mostró sereno y seguro bajo los tres palos del mítico San Mamés. «Sabía que esta oportunidad llegaría y estaba preparado para asumir el reto», comentó Padilla tras el encuentro.
La carrera de Padilla ha sido un viaje entre dos culturas. A los tres años, su familia se mudó a Camargo, Chihuahua, donde comenzó a forjar su amor por el fútbol. Este talento no pasó desapercibido y, en marzo de este año, fue convocado por Ricardo Cadena para un partido amistoso con la Selección Sub-23 de México, debutando con el representativo tricolor. Ahora, con su primera actuación en LaLiga, Padilla se ha convertido en un orgullo tanto para España como para México.
El partido contra Getafe no fue fácil. Desde el pitazo inicial, los visitantes pusieron a prueba a Padilla, quien tuvo que intervenir en cuatro ocasiones durante los primeros 20 minutos. Estas acciones disiparon las dudas que habían surgido tras algunos errores en la pretemporada. «Alex demostró que tiene el carácter necesario para defender esta portería», señaló Ernesto Valverde, técnico del Athletic, al finalizar el partido.
El Athletic de Bilbao se adelantó en el marcador gracias a un gol de Sancet en el minuto 27, una jugada que se originó en una combinación entre Yeray Álvarez y Gorka Guruzeta. San Mamés estalló en júbilo, pero el Getafe no tardó en reaccionar. En el minuto 64, Uche remató de cabeza un tiro de esquina que, a pesar del esfuerzo de Padilla, terminó en el fondo de la red, sellando el empate.
A pesar de no haber conseguido la victoria, la actuación de Alex Padilla fue destacada. «Este es solo el comienzo. La temporada es larga y estoy convencido de que podemos lograr grandes cosas», dijo Padilla con la determinación que caracteriza a los grandes deportistas.
La temporada recién comienza y el joven arquero mexicano ya ha dejado una marca en LaLiga. Su historia es la de un talento que, a pesar de las adversidades, ha encontrado su lugar en uno de los clubes más emblemáticos de España. La afición del Athletic de Bilbao, conocida por su pasión y lealtad, ya ha adoptado a Padilla como uno de los suyos, y espera con ansias ver cómo se desarrolla su prometedora carrera.