En un épico juego en el Cívitas Metropolitano, el Atlético de Madrid eliminó al Real Madrid de la Copa del Rey en un clásico cargado de emociones y errores que quedará grabado en la memoria de los fanáticos.
Con un agónico gol de Griezmann en la prórroga, los ‘Colchoneros’ avanzaron a los cuartos de final en un partido que desafió las expectativas y dejó a los aficionados al borde de sus asientos.
El enfrentamiento, que se definió en tiempos extras, comenzó con un Vinicius desafiante y provocador, manteniendo la tensión en el terreno de juego. Un partido tenso y trabado, caracterizado por un ida y vuelta que es ya costumbre en los últimos derbis entre ambos equipos.
El héroe en esta ocasión fue Griezmann, quien, cerca del final de la primera parte de la prórroga, deslumbró con un golazo espectacular. Un tanto inventado en una carrera por la banda derecha, desafiando el ángulo y haciendo estallar el Metropolitano. El 3-2 marcó un momento culminante en una batalla en la que ni Oblak ni Lunin tuvieron su mejor noche, regalando cada uno dos goles.
Joselu, ingresando al terreno de juego, igualó el marcador dos minutos después de su entrada, forzando así la prórroga y prolongando la intensidad de un derbi capitalino ya emocionante por sí mismo.
En los tiempos extras, Antoine Griezmann, previamente homenajeado por superar a Luis Aragonés como máximo goleador histórico del Atlético, irrumpió con un tanto espectacular, el número 175 en su cuenta personal, sellando el 3-2. Rodrigo Riquelme, con un contraataque letal, liquidó el encuentro y consolidó la victoria colchonera.
Carvajal del Real Madrid expresó después del partido: “Nos hacía mucha ilusión la Copa”, reflejando la importancia del torneo y la decepción por la eliminación. Sin embargo, destacó que el Atlético de Madrid fue un rival formidable que supo imponerse en una noche llena de giros inesperados.
En el análisis post-partido, se resaltó el buen momento de jugadores como Bellingham y Rodrygo en el Real Madrid, pero también se señalaron errores notables, como el de Lunin y la acción de Vinicius ante Griezmann, que precipitaron la derrota del equipo blanco y alimentarán debates sobre la portería.
El Atlético de Madrid, dirigido por Simeone, se clasificó así para los cuartos de final de la Copa del Rey, consiguiendo una revancha después de ser eliminado por el Real Madrid en las semifinales de la Supercopa hace poco más de una semana.
Este clásico dejó una marca imborrable, con un espectáculo de errores, emociones y una gesta individual de Griezmann que será recordada en la historia de los derbis madrileños.