El ruso Daniil Medvedev volvió a colocarse en el centro de la polémica tras su derrota en la primera ronda del US Open 2025 frente al francés Benjamin Bonzi. El número 13 del mundo no solo perdió el partido, también protagonizó un nuevo episodio de ira que lo dejó con una multa de 150 mil dólares y un alud de críticas que lo señalan como reincidente en este tipo de comportamientos.
Durante el encuentro en Flushing Meadows, Bonzi, ubicado en el puesto 51 del ranking, se encontraba a un punto de concretar la victoria cuando un fotógrafo ingresó a la pista, creyendo que el partido estaba por concluir. El juez de silla, Greg Allensworth, ordenó repetir el primer saque, decisión que desató la furia de Medvedev, campeón del US Open en 2021.
El ruso encaró directamente al árbitro con frases como: “¿Eres un hombre? ¿Por qué estás temblando?”.Además, acusó públicamente a Allensworth de buscar que el partido concluyera rápido con triunfo de Bonzi: “Chicos, él se quiere ir. Le pagan por partido, no por hora”, dijo al micrófono.
El descontrol no paró ahí. Medvedev encendió al público con gestos obscenos, recordó declaraciones del estadounidense Reilly Opelka al gritar en medio de la pista que Allensworth es “el peor juez de silla de la ATP”y, finalmente, destrozó su raqueta tras la derrota.
Este episodio engrosa una larga lista de sanciones que el tenista arrastra desde hace años. En enero de este mismo 2025, fue multado con 76 mil dólares en el Abierto de Australia por romper cámaras y raquetas en repetidas ocasiones. En 2019, también en el US Open, recibió penalizaciones por 19 mil dólares tras arrebatarle una toalla a un recogepelotas, lanzar una raqueta cerca de un juez y realizar gestos insultantes.
La historia se remonta incluso a Wimbledon 2017, cuando el moscovita pagó 18 mil dólares de multa por insultar varias veces al juez de silla y arrojarle monedas debajo de su asiento.
Tras la más reciente escena en Nueva York, usuarios en redes sociales y algunos analistas deportivos han pedido que Medvedev reciba atención psiquiátrica. El propio jugador se ha defendido en otras ocasiones, asegurando que existe una especie de persecución hacia él y mencionando que “siempre somos los mismos, Kyrgios, Bublik y yo” los señalados. Lo cierto es que la etiqueta de “chico malo del tenis” lo acompaña desde hace tiempo y cada torneo suma nuevos capítulos a un historial que parece no tener fin.