En una emocionante noche de fútbol, los Pumas de la UNAM lograron imponerse ante el Club América con un ajustado marcador de 1-0 en el esperado clásico capitalino. Con este triunfo, el conjunto universitario subió al quinto lugar de la tabla, dejando a las Águilas fuera de la zona de Play-In, en la décimo primera posición. El estadio de la Ciudad de los Deportes fue testigo de una batalla llena de emociones, donde la garra y el espíritu felino prevalecieron sobre el poderío del América.
El único gol del encuentro llegó en el minuto 19, cuando el peruano Piero Quispe aprovechó un error defensivo del América. Un desafortunado choque entre Alan Cervantes y Ramón Juárez, sumado a un mal rechazo de Cristian «Chicote» Calderón, dejó la puerta abierta para que Guillermo Martínez filtrara un pase preciso. Quispe, con gran clase, definió cruzado pegado al poste derecho, venciendo a Ángel Malagón y poniendo en ventaja a los Pumas.
El equipo azulcrema, que venía de una temporada inconsistente, no logró encontrar su ritmo en la cancha. Apenas seis minutos después del gol de Quispe, el delantero José Luis Caicedo tuvo en sus pies la oportunidad de ampliar la ventaja, pero Malagón, quien fue uno de los pocos puntos altos del América, se lució al achicar de manera efectiva y desviar el disparo. Para el América, el partido ya se había convertido en una lucha cuesta arriba.
El América intentó reponerse con disparos de media distancia, especialmente de Rodrigo «Búfalo» Aguirre, quien buscaba sorprender a la defensa universitaria. Sin embargo, la falta de precisión y la solidez del cuadro bajo de los Pumas mantuvieron el marcador inalterado. Las Águilas no lograban encontrar claridad en su juego, y cada intento de ataque era frustrado por la defensa rival.
El segundo tiempo mantuvo la misma tónica. Nathan Silva, defensor de los Pumas, estuvo cerca de aumentar la ventaja al minuto 53, pero su cabezazo se fue desviado. Apenas un minuto después, César «Chino» Huerta, otro de los más destacados del cuadro universitario, tuvo una clara oportunidad dentro del área, pero su disparo fue directamente a las manos de Malagón, quien seguía siendo la muralla que impedía una mayor goleada.
Por parte del América, los disparos de Alejandro Zendejas y Richard Sánchez encendieron los ánimos de la afición azulcrema, pero sus intentos quedaron frustrados ante la falta de contundencia. El equipo dirigido por André Jardine simplemente no encontraba la manera de romper la defensa felina, que se mostró ordenada y decidida a mantener su ventaja.
El silbatazo final desató la euforia en el banquillo universitario y en las gradas. Los Pumas, que han tenido una campaña de altibajos, demostraron una vez más que en los clásicos no importan las posiciones en la tabla, sino el corazón y la entrega en el campo. Este triunfo los coloca en una posición favorable para la liguilla, mientras que el América, con 13 unidades, queda al borde del abismo.
Tras el partido, Andrés Lillini, director técnico de los Pumas, destacó la entrega de su equipo: “Sabíamos que enfrentábamos a un rival muy fuerte, pero hoy demostramos que con garra y corazón podemos competir con cualquiera. Este triunfo es para nuestra afición que siempre está con nosotros”.
Por otro lado, el entrenador americanista, Jardine, reconoció las fallas de su equipo: “Nos equivocamos en momentos clave y Pumas lo aprovechó. Es un golpe duro, pero tenemos que levantar la cabeza y seguir trabajando”. Con este resultado, los Pumas se afianzan como uno de los contendientes más peligrosos en la recta final del torneo, mientras que el América deberá replantear su estrategia.