Con una actuación contundente y una muestra de disciplina sobre el cuadrilátero, Camila “La Magnífica”Zamorano se convirtió en la boxeadora mexicana más joven en conquistar un campeonato mundial, al imponerse en Hermosillo a la japonesa Mika Iwakawa y coronarse como campeona de peso átomo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La peleadora sonorense de 17 años enfrentó a una rival de 42 años con experiencia y recorrido internacional. Desde el primer asalto, Zamorano impuso un ritmo firme, se mantuvo sobria en su estrategia y mostró solidez técnica que le permitió controlar la mayoría de los episodios del combate.
El enfrentamiento se celebró ante una audiencia local que llenó el recinto en Hermosillo. Camila conectó con potencia y precisión, llevando el ritmo del combate hasta el final, lo que evitó que la veterana nipona pudiera responder con contundencia. Aunque no consiguió un nocaut, la diferencia en el desempeño fue clara y constante a lo largo de los diez rounds.
El veredicto de los jueces fue unánime: 98-92, 100-90 y 100-90 a favor de Zamorano. Las tarjetas reflejaron la superioridad de la mexicana en el cuadrilátero, que no sólo dominó en técnica, sino también en resistencia física, movilidad y conexión efectiva de golpes.
La emoción del momento quedó registrada cuando, tras el anuncio oficial del triunfo, Camila esperó a escuchar “Puritito, Hermosillo, Sonora” para estallar en alegría, a pesar de que ya se había confirmado su victoria con la frase “She is the new WBC champion of the world”. Su reacción dejó ver la emoción genuina de quien da el primer gran paso en una carrera que apenas comienza.
Camila Zamorano no sólo suma un título mundial a su corta trayectoria, sino que también entra en la historia del boxeo nacional e internacional al lograrlo a una edad en la que muchas pugilistas apenas inician su camino profesional. Su triunfo se suma a la creciente presencia femenina en el deporte de alto rendimiento y representa un impulso significativo para el boxeo femenil en México.
La victoria también reaviva el entusiasmo por el talento joven y local, al tener a una campeona mundial que logra su hazaña en su tierra natal, frente a su gente y con un estilo que la proyecta como una figura a seguir dentro del boxeo profesional.