El exfutbolista David Beckham alcanzó un nuevo hito en su vida al ser nombrado Caballero del Imperio Británico por el rey Carlos III, en reconocimiento a su contribución al deporte y a la filantropía. La ceremonia se llevó a cabo en el Castillo de Windsor, donde el monarca británico le impuso oficialmente el título que lo convierte en Sir David Beckham, un honor reservado a personalidades que han dejado huella en la historia del Reino Unido.
A sus 50 años, Beckham cierra un ciclo que va mucho más allá del futbol. Su nombramiento no sólo celebra una carrera deportiva brillante, sino también dos décadas dedicadas a causas sociales, especialmente a través de su trabajo con UNICEF y otras organizaciones enfocadas en la salud infantil y la erradicación de enfermedades como la malaria. También fue una figura clave en la campaña que logró que Londres fuera sede de los Juegos Olímpicos de 2012, un logro que reafirmó su compromiso con su país incluso después de retirarse de las canchas.
Durante la ceremonia, compartió espacio con otras personalidades distinguidas como el escritor y Premio Nobel Kazuo Ishiguro, quien fue reconocido como Compañero de Honor por su aporte a la literatura, y la actriz y cantante Elaine Paige, nombrada Dama del Imperio Británico. El evento reflejó la diversidad del talento británico y su impacto en diferentes ámbitos culturales.
La trayectoria de Beckham es una historia de éxito, resiliencia y reinvención. Brilló en equipos legendarios como el Manchester United, donde formó parte del histórico triplete de 1999, y más tarde en el Real Madrid, LA Galaxy y Paris Saint-Germain. Con la selección inglesa jugó 115 partidos y fue capitán en 59 de ellos, convirtiéndose en el único futbolista inglés que ha marcado en tres Copas del Mundo distintas.
Su vida, sin embargo, no estuvo exenta de altibajos. El Mundial de Francia 1998 marcó uno de los momentos más difíciles de su carrera, cuando una expulsión ante Argentina lo convirtió en blanco de críticas y abusos. Años más tarde, su documental en Netflix reveló el peso emocional de esa etapa, mostrando un lado más humano del astro británico.
Hoy, convertido en empresario y copropietario del Inter Miami —el equipo de la MLS donde juega Lionel Messi—, Beckham representa una mezcla de disciplina deportiva, estilo y compromiso social. Su investidura como caballero simboliza no sólo su legado dentro del futbol, sino también su influencia como figura pública que ha sabido trascender el deporte para convertirse en un ícono cultural y humanitario del Reino Unido.