El automovilismo perdió a una de sus figuras más icónicas. Eddie Jordan, empresario irlandés y exdueño de equipo en la Fórmula 1, falleció a los 76 años tras una dura batalla contra el cáncer de próstata. La noticia sacudió el mundo del deporte motor, dejando un vacío imposible de llenar.
Sergio «Checo» Pérez fue una de las muchas voces que lamentaron la partida de Jordan. “Lo extrañaremos profundamente. Descansa en paz, Eddie”, expresó el piloto mexicano en sus redes sociales, recordando la calidez y el carisma que caracterizaban al irlandés.
Jordan, a menudo reconocido por su energía inagotable y su estilo excéntrico, llevó su propio equipo a la F1 en 1991 y rápidamente se convirtió en un personaje inolvidable dentro y fuera de las pistas. Su equipo, Jordan Grand Prix, sirvió de plataforma para el debut de leyendas como Michael Schumacher y Damon Hill, dejando una marca imborrable en la historia del automovilismo.
El legado de Jordan no solo se limita a sus años como propietario de equipo. Tras vender su escudería en 2005, se convirtió en una de las voces más influyentes del deporte como comentarista y analista. Su estilo directo, sin filtros y siempre controversial, lo hizo una de las personalidades más queridas y temidas del paddock.
A pesar de su papel protagónico en la historia de la F1, Jordan no estuvo exento de polémicas. En 2024, criticó duramente el desempeño de Checo Pérez en Red Bull, asegurando que el equipo debía darle un ultimátum. Sin embargo, meses después se retractó, reconociendo que los problemas del RB20 no eran culpa del mexicano, sino del propio equipo.
El presidente de la F1, Stefano Domenicali, recordó a Jordan como «un protagonista de su era», mientras que Christian Horner, director de Red Bull, lo describió como «una leyenda que hizo de la F1 un lugar más vibrante y apasionante».
Más allá de las victorias, los títulos y las polémicas, Eddie Jordan será recordado por su autenticidad, su pasión por el automovilismo y su capacidad de dejar huella en cada persona que lo conoció. Como él mismo lo dijo cuando reveló su enfermedad: «No pierdan el tiempo, cuídense y aprovechen cada oportunidad en la vida». Una leyenda se despide, pero su legado sigue acelerando en la memoria del automovilismo.