Ferrari volvió a triunfar en las 24 Horas de Le Mans, exactamente un año después de su victoria en el regreso a la prestigiosa carrera de resistencia en su edición centenaria. Esta vez, la victoria fue para el hypercar número 50, conducido por Nicklas Nielsen, Miguel Molina y Antonio Fuoco.
La competencia fue feroz, con nueve coches terminando dentro de la misma vuelta del líder, algo que no se veía desde hace años. La carrera se decidió en el último momento, con el equipo AF Corse, encargado del programa de sportcars de Ferrari, extendiendo su última parada mientras los rivales de Porsche y Toyota hacían sus entradas a boxes en los últimos 30 minutos. El Ferrari número 50 cruzó la meta con solo un dos por ciento de energía restante.
El equipo italiano llegó a perder la primera posición ante el Toyota número 7, pilotado por Kamui Kobayashi, Nyck de Vries y José María López. López, que reemplazó de emergencia al lesionado Mike Conway, comenzó desde la última posición de la categoría el sábado. A una hora y media del final, lideraban la carrera hasta que un pequeño trompo los relegó al segundo lugar.
El tercer puesto fue para el Ferrari número 51, el mismo que ganó el año pasado, pilotado por Alessandro Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi.
Esta victoria marca la primera vez en 90 años que una marca gana tanto el Gran Premio de Mónaco como las 24 Horas de Le Mans en el mismo año, la última vez lo logró Alfa Romeo. El Porsche número 6, que había conseguido la pole position el jueves, terminó en cuarta posición tras una intensa lucha por el podio.
La carrera de este año también tuvo el periodo de coche de seguridad más largo en la historia de Le Mans, con más de cuatro horas durante la noche debido a la intensa lluvia.