La noche del sábado, Pachuca fue escenario de un gran revuelo al cancelarse la esperada pelea entre Omar Chávez, hijo del icónico boxeador Julio César Chávez, y el medallista olímpico Misael ‘Chino’ Rodríguez. Según informes, Rodríguez decidió no pelear al considerar que Chávez había excedido el peso límite tras la ceremonia de pesaje, lo que desató la ira del «Gran Campeón Mexicano».
A través de sus redes sociales, Julio César Chávez expresó su frustración ante la decisión del equipo de Rodríguez y su entrenador, Robert García. «Hola amigos, acabo de vivir una situación increíble, estoy decepcionado con Robert García y Misael Rodríguez. No subieron a pelear porque Omar estaba un kilo arriba después de rehidratarse. Omar cumplió con el peso, y ahora ellos querían un peso que supuestamente estaba estipulado por la Comisión de Box de México», comentó el exboxeador, quien ahora es analista en TV Azteca.
Chávez continuó su crítica, señalando la falta de respeto de la decisión y afirmando que tanto él como Rodríguez habían cumplido con el pesaje. «Es increíble que dejen tirada una función. Yo le dije a ‘Chino’ y a Robert que Omar, con los guantes puestos, pesaba 84 kilos. Esto es una falta de respeto», añadió.
Después de la cancelación, Omar Chávez se dirigió al público presente en La Monumental Plaza de Toros Vicente Segura, manifestando su sorpresa y decepción. «Estoy en shock, nunca me había pasado esto. Estuve entrenando durante dos meses, di el peso y estoy aquí para ustedes. Esto es una falta de respeto para quienes pagaron por ver la función», aseguró el joven boxeador, quien ofreció disculpas y expresó su deseo de haber peleado.
En respuesta a las declaraciones de sus oponentes, Julio César Chávez volvió a arremeter contra Rodríguez y García, descalificando sus argumentos y mostrando la lectura de la báscula, donde se registró su peso de 82.40 kilos. «Mientes, Robert García y Misael Rodríguez. Aquí está el peso, la gente no te va a creer», concluyó Chávez, agitando la polémica que rodea este episodio.