La Selección Mexicana de Natación Artística hizo su esperado regreso a los Juegos Olímpicos después de 28 años, dejando una impresión inolvidable en su presentación de rutina técnica. A pesar de una actuación emocionante y cautivadora, el equipo se encuentra en el octavo lugar tras una evaluación rigurosa de los jueces.
El equipo mexicano, compuesto por Regina Alférez, Fernanda Arellano, Nuria Diosdado, Itzamary González, Joana Jiménez, Samantha Rodríguez, Jessica Sobrino y Pamela Toscano, sumó una puntuación de 243.4491 unidades. La rutina, realizada al ritmo de «Don’t Stop Me Now» de Queen, fue ejecutada con destreza y pasión, aunque algunos problemas de sincronización provocaron una penalización en el grado de dificultad.
«Se siente increíble, parecíamos locales de tanto apoyo, ni siquiera pude encontrar a mi familia. Es una emoción muy grande abrir así los Juegos Olímpicos. Hoy no se acaba, queda mucho camino, todo puede moverse, así que nosotras enfocadas en las siguientes rutinas», declaró Nuria Diosdado, la capitana del equipo.
El error en el último elemento híbrido de la rutina resultó en una penalización de 10 puntos, relegando al equipo mexicano al octavo lugar, por delante de Egipto y Australia. La reacción de las nadadoras fue de determinación y esperanza. «Nos sentimos bien, tuvimos un error. Sabemos que esto puede pasar, con el sincro nuevo es súper fácil que cualquier cosita se vaya, pero somos humanos y pasan errores. El chiste es saber salir, todavía nos quedan dos rutinas. Hoy en día el sincro es muy especial, a veces estamos arriba o abajo, no puedes cometer ahora ni medio error porque es muy penalizado», comentó Regina Alférez.
La rutina técnica fue solo la primera de tres presentaciones. Las mexicanas aún tienen la oportunidad de mejorar su posición con las rutinas libre y acrobática, programadas para los próximos días. La capitana del equipo, Nuria Diosdado, reconoció la dificultad de competir por una medalla en un escenario dominado por potencias como China, Canadá, España, Italia y las anfitrionas. Sin embargo, la determinación y el espíritu del equipo permanecen inquebrantables.
El regreso de la Selección Mexicana de Natación Artística a los Juegos Olímpicos no solo es un testimonio de su talento y esfuerzo, sino también de la resiliencia y el espíritu de superación. A pesar de las adversidades y las estrictas evaluaciones, el equipo sigue enfocado en su objetivo y listo para enfrentar los desafíos que aún están por venir.
Las siguientes rutinas serán cruciales para las mexicanas. La rutina libre y la acrobática ofrecerán nuevas oportunidades para demostrar su habilidad y mejorar su clasificación. La esperanza y el optimismo se mantienen altos, tanto entre las nadadoras como entre sus seguidores.